22 Mayo 2014
TEATRO COLMADO. No entró ni un alfiler en el salón central del hotel Hilton. La demanda de público obligó a abrir otro salón, donde la gente pudo seguir la charla vía pantalla gigante.
“Me gusta hablar, contar historias pero también me encanta interactuar con el público, escuchar qué quiere saber”. El prólogo verbal de Gonzalo Bonadeo terminó de tomar vida anoche, cuando a doble sala llena en el hotel Hilton el prestigioso periodista deportivo abrió el ciclo de conferencias 2014 LA GACETA, abordando la premisa “un fenómeno Mundial”.
La espera valió la pena. Bonadeo se presentó y comenzó a regalar su pasión de hombre de fútbol, aunque a veces él mismo confiese que se lo reconozca más por actividades vinculadas al tenis, coberturas de atletismo o de rugby.
Su corazón futbolero acercó pensamientos sobre lo que piensa que se verá de la selección Argentina en el Mundial de Brasil, y también anécdotas de antaño. Como cuando le preguntaron acerca del famoso bidón de Bilardo en el Mundial de Italia 90 o la inolvidable “Mano de Dios” de Diego Armando Maradona en el Mundial de México 86 contra Inglaterra. “No me gusta ganar con trampa”, dijo.
Dentro de un mundo a veces fatalista, el “Gordo” intentó bajar el drama de una posible y temprana eliminación nacional. “No creo que Argentina deba ganar el Mundial a toda costa... Lo que nos duele de perder es que se nos acabó la fiesta y sigue para otro. Mi sueño no es que ganemos el Mundial, sino que seamos los mejores del mundo, que no necesariamente es lo mismo”, explicó, y redondeó el asunto. “Tuvimos sinsabores en los últimos mundiales porque, entre otras cosas, no hay planificación en Argentina. No se discute de fútbol”.
Dudas sobre la posible formación inicial del equipo conducido en la cancha por Lionel Messi no hay. “Los titulares están, lo que debemos preguntarnos es si tenemos un buen banco de suplentes. Vamos a tener, quizás, un equipo partido por la mitad”, agregó, al tiempo que ubicó a la “Pulga” en el pedestal de los mejores futbolistas de la historia. Es más, le sacó esa mochila pesada de tener que llevarse la copa. “Seguirá siendo el mejor, haciendo algo o nada”, aseguró, aunque tampoco tapó el sol con la mano.
“A Messi se lo ve apagado. Le faltó en Barcelona esa rebeldía que sí se le vio últimamente en la Selección”, lanzó antes de rematar. “Pero también hay que tener en cuenta que hizo 28 goles, y eso que estuvo lesionado”. Lo de Messi, esté a media máquina o no, pocas veces es terrenal.
Una de las dagas de la velada llegó compartida con el público. Se le consultó si lo del presidente de la AFA, Julio Grondona, es una dictadura. “Coincido”, disparó sin dudar y luego se manifestó en contra del nuevo torneo del fútbol Primera, con 30 equipos. “Es un disparate generado por las casas de apuestas”. Duro, duro.
Tucumán querido
Aún a la distancia, tanto de kilómetros como de años pasados, Bonadeo nunca pudo olvidarse de Tucumán. Haber gozado en carne propia desde las gradas de la ferocidad y el corazón de un seleccionado tucumano (décadas del 80 y 90) le generaron recuerdos imborrables. “Vi algo especial en el rugby tucumano; encontré una manera distinta de ser Puma”, elogió, previo a confesar el propósito de su primera visita al “Jardín de la República”. “Vine a cubrir un torneo Veco Villegas”, relató, lleno de melancolía, y dijo que descubrió un tesoro mayor a cualquier deporte. “Hice muchos amigos acá”, agradeció, y afirmó que siempre tiene presente a la ex tenista Mercedes Paz.
La espera valió la pena. Bonadeo se presentó y comenzó a regalar su pasión de hombre de fútbol, aunque a veces él mismo confiese que se lo reconozca más por actividades vinculadas al tenis, coberturas de atletismo o de rugby.
Su corazón futbolero acercó pensamientos sobre lo que piensa que se verá de la selección Argentina en el Mundial de Brasil, y también anécdotas de antaño. Como cuando le preguntaron acerca del famoso bidón de Bilardo en el Mundial de Italia 90 o la inolvidable “Mano de Dios” de Diego Armando Maradona en el Mundial de México 86 contra Inglaterra. “No me gusta ganar con trampa”, dijo.
Dentro de un mundo a veces fatalista, el “Gordo” intentó bajar el drama de una posible y temprana eliminación nacional. “No creo que Argentina deba ganar el Mundial a toda costa... Lo que nos duele de perder es que se nos acabó la fiesta y sigue para otro. Mi sueño no es que ganemos el Mundial, sino que seamos los mejores del mundo, que no necesariamente es lo mismo”, explicó, y redondeó el asunto. “Tuvimos sinsabores en los últimos mundiales porque, entre otras cosas, no hay planificación en Argentina. No se discute de fútbol”.
Dudas sobre la posible formación inicial del equipo conducido en la cancha por Lionel Messi no hay. “Los titulares están, lo que debemos preguntarnos es si tenemos un buen banco de suplentes. Vamos a tener, quizás, un equipo partido por la mitad”, agregó, al tiempo que ubicó a la “Pulga” en el pedestal de los mejores futbolistas de la historia. Es más, le sacó esa mochila pesada de tener que llevarse la copa. “Seguirá siendo el mejor, haciendo algo o nada”, aseguró, aunque tampoco tapó el sol con la mano.
“A Messi se lo ve apagado. Le faltó en Barcelona esa rebeldía que sí se le vio últimamente en la Selección”, lanzó antes de rematar. “Pero también hay que tener en cuenta que hizo 28 goles, y eso que estuvo lesionado”. Lo de Messi, esté a media máquina o no, pocas veces es terrenal.
Una de las dagas de la velada llegó compartida con el público. Se le consultó si lo del presidente de la AFA, Julio Grondona, es una dictadura. “Coincido”, disparó sin dudar y luego se manifestó en contra del nuevo torneo del fútbol Primera, con 30 equipos. “Es un disparate generado por las casas de apuestas”. Duro, duro.
Tucumán querido
Aún a la distancia, tanto de kilómetros como de años pasados, Bonadeo nunca pudo olvidarse de Tucumán. Haber gozado en carne propia desde las gradas de la ferocidad y el corazón de un seleccionado tucumano (décadas del 80 y 90) le generaron recuerdos imborrables. “Vi algo especial en el rugby tucumano; encontré una manera distinta de ser Puma”, elogió, previo a confesar el propósito de su primera visita al “Jardín de la República”. “Vine a cubrir un torneo Veco Villegas”, relató, lleno de melancolía, y dijo que descubrió un tesoro mayor a cualquier deporte. “Hice muchos amigos acá”, agradeció, y afirmó que siempre tiene presente a la ex tenista Mercedes Paz.
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