El veterano Wayne Rooney

A los 28 años, el delantero será la máxima figura del seleccionado inglés.

04 Junio 2014
Si se nombra a Wayne Rooney, como suele hacerse con la llegada de un Mundial, la primera reacción es pensar en un jugador ya veterano que está al borde del retiro. Sin embargo, el delantero tiene 28 años y quizá confunde el hecho que desde muy joven brilla en el seleccionado de Inglaterra.

Nacido en Croxteth, un 24 de octubre de 1985, Rooney debutó en el combinado nacional con apenas 17 años y rápidamente se ganó la admiración en su país y el extranjero, pero en definitiva nunca pudo plasmar su muy buen rendimiento con algún título, ya sea a nivel ecuménico o continental y eso es lo que espera conseguir en Brasil 2014.

Como paradoja, Inglaterra, creadora del deporte considerado por muchos como el más lindo de todos, apenas cuenta con una corona en su historial, la conseguida en el Mundial organizado de local en 1966, porque después nunca llegó siquiera a otra final (sólo semis en 1990) ni tampoco supo arribar al partido decisivo en la Eurocopa (apenas quedó entre los cuatro mejores en 1968 y 1996).

Por eso, con la aparición de Rooney al frente de una camada de jóvenes promesas hubo una gran expectativa entre los ingleses, pero hasta el momento solamente sumaron nuevas desilusiones, porque a los últimos torneos internacionales llegaron siempre como candidatos pero nunca lograron meterse en la discusión por los puestos de vanguardia.

En ese contexto, Inglaterra llegará por primera vez en mucho tiempo fuera del lote de punta entre los favoritos (Brasil, España, Alemania, Argentina). Pese a clasificar invicto al Mundial no descolló ni como equipo ni a nivel individual. Quizás sin esa presión de tener que demostrar y ganar, el 10 de Manchester United pueda sacarle el máximo provecho a sus cualidades.

Veloz, talentoso, y con una precisión notable tanto para el mano a mano como para estar en el momento justo en el lugar indicado, el atacante, de 1,76 metros, se erigió como un gran goleador desde que debutó en Primera con solamente 16 años en Everton, aunque la gloria la alcanzó con su rápida llegada a Manchester United, apenas dos años después.

De la mano de Sir Alex Ferguson, Rooney cosechó 10 títulos locales -con cinco Premier League incluidas- más una Liga de Campeones y un Mundial de Clubes, con un saldo de 216 goles en 442 partidos en los “reds” (en Everton había marcado 17 en 77).

Con el equipo de la famosa camiseta blanca, el “Wonder Boy” (joven maravilla) tuvo un debut soñado en la Euro 2004 con el por entonces gol del jugador de menor edad de la historia y también marcó otras tres conquistas, hasta quedar eliminado en cuartos de final.

Sin embargo, en su primer Mundial, Alemania 2006, no logró descollar y se fue expulsado en el partido de cuartos ante Portugal por pisar a un rival (Ricardo Carvalho).

No estuvo en la Euro 2008 porque no clasificó su seleccionado y al Mundial Sudáfrica 2010 llegó como una de las grandes figuras con nueve goles en la misma cantidad de partidos de las Eliminatorias, pero tras clasificar con lo justo en el grupo, Alemania los dejó en el camino en octavos de final.

En su última presencia internacional no llegó de la mejor manera, porque otra expulsión por juego brusco ante Montenegro en la fase previa a la Euro 2012 le impidió jugar los dos primeros partidos de la cita continental.

Si bien marcó en el tercer encuentro, luego Inglaterra quedó al margen por penales ante Italia en cuartos de final.

Con 38 goles en 89 cotejos con su selección (siete en seis encuentros de la clasificación para Brasil 2014), Rooney estará al frente de la delantera y se apoyará en otros jugadores de gran trayectoria, como los volantes Steven Gerrard y Frank Lampard o los defensores Glen Johnson y Gary Cahill, para guiar a un grupo con varios jóvenes con hambre de gloria que convocó el entrenador Roy Hodgson, quien asumió en 2012.

La última temporada no fue la mejor para el jugador que reside en Prestbury sobre todo por el pobre rendimiento del United, que sin Ferguson después de muchos años tuvo una campaña para el olvido culminando séptimo en la Liga y sin acceder a ninguna copa internacional bajo el mando de David Moyes, quien lo hizo debutar en Everton pero con quien no quedaron “en buena relación”.

Rooney, es cierto, se las arregló para ser el goleador de su equipo en el certamen local con 17 tantos en 29 encuentros, aunque la realidad es que quiere aprovechar la cita de Brasil para sacarse el mal trago por su sequía de títulos.

Rooney llega sin hacer mucho ruido, es cierto, pero tiene sobradas condiciones que invitan a los fanáticos de su país a soñar.

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