Por Guillermo Monti
12 Junio 2014
ALIENTO ETERNO. Los López (izquierda) junto a los Fernández (derecha), en Brasil. LA GACETA / FOTO DE GUILLERMO MONTI
Por estas horas, Belo Horizonte va convirtiéndose en una colonia colombiana. Aquí debutarán el sábado los cafeteros, frente a Grecia. La ruta de los argentinos es diferente, ya que el primer destino de los hinchas es Río de Janeiro. Serán miles los que confluirán el domingo en el Maracaná para ver el partido contra Bosnia. Desde allí la marea se trasladará a tierras mineiras, sede del dueño contra Irán, y la tercera estación será Porto Alegre, donde Argentina chocará con Nigeria.
Dos familias mendocinas, los Fernández y los López, integran la punta de lanza que se adelantó al resto. Ellos llegaron el martes a Brasil, al cabo de 48 horas de un viaje en auto que los dejó exahustos. Son dos Fernández (Claudio y Diego) y dos López (José y Leandro) los que cambiaron la camiseta de Godoy Cruz por la albiceleste durante este mes mundialista. Viven en Tupungato y anoche tuvieron una razón de peso para celebrar: José es fanático de Independiente. Es más, le fueron cantando los vaivenes del partido con Huracán por medio del celular.
Hasta el momento, los movimientos de los argentinos en Brasil fueron sinónimo de fiesta. No se vio ni la sombra de un presunto barrabrava. Se sabe que el fin de semana la situación cambiará por completo porque los “pesados” de las hinchadas nacionales vuelan directo a Río. Luego aparecerán por Belo Horizonte, donde vienen tejiendo relaciones con las “torcidas” de Cruzeiro y Atlético Mineiro.
No hay certeza acerca de cuántos argentinos se encontrarán el domingo en el Maracaná. Las múltiples vías elegidas para viajar dificultan las previsiones, aunque los cálculos no bajan de 20.000. Y pueden ser más, teniendo en cuenta que muchos se lanzaron a la aventura sin entrada y se quedarán en las inmediaciones de los estadios.
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