16 Junio 2014
INTRATABLE. Benzema fue la clave de los tres goles con los que venció Francia.
De entrada la misión pareció sencilla. En el medio se complicó, no por presión enemiga sino por falta de puntería. Pero al final, el golpe se dio sin problemas, de la mano de un líder letal. Francia pasó por todos los estados antes de concretar el 3-0 sobre Honduras, el que le agradeció por completo a Karim Benzema.
La paga “gala” después de todo el empeño llegó sobre la hora de la primera etapa, con un Benzema logrando desde los 12 pasos lo que no había podido durante los 45’. Fue un buen tiro el del francés para comenzar a encaminar el triunfo azul. Después, por si quedaban dudas acerca del dueño del peligro en el Biera-Río, a los 2’ del complemento otra creación del delantero estiró la ventaja.
El de Real Madrid tocó por izquierda la pelota con la cara interna, la bocha dio en el poste contrario y en su intento de sacar el rebote sobre la línea, Noel Valladares terminó de meterla. ¿Hubo dudas? Un millón, pero al juez Sandro Ricci le vibró el reloj configurado por el sistema Goal-Control 4D y la TV demostró que la gordita de cuero quería volver a hacer feliz a Benzema y a toda Francia: había pasado la línea por completo.
La operación se cerró con un misil que Karim otra vez dirigió a la red. Fue imparable, como él.
La paga “gala” después de todo el empeño llegó sobre la hora de la primera etapa, con un Benzema logrando desde los 12 pasos lo que no había podido durante los 45’. Fue un buen tiro el del francés para comenzar a encaminar el triunfo azul. Después, por si quedaban dudas acerca del dueño del peligro en el Biera-Río, a los 2’ del complemento otra creación del delantero estiró la ventaja.
El de Real Madrid tocó por izquierda la pelota con la cara interna, la bocha dio en el poste contrario y en su intento de sacar el rebote sobre la línea, Noel Valladares terminó de meterla. ¿Hubo dudas? Un millón, pero al juez Sandro Ricci le vibró el reloj configurado por el sistema Goal-Control 4D y la TV demostró que la gordita de cuero quería volver a hacer feliz a Benzema y a toda Francia: había pasado la línea por completo.
La operación se cerró con un misil que Karim otra vez dirigió a la red. Fue imparable, como él.
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