Por Guillermo Monti
23 Junio 2014
EN BANDA. Enzo García Fiat, el del turbante celeste y blanco, lleva junto a sus amigos una bandera con la imagen de Messi y los nombres de sus lugares en el mundo.
Imposible mantener la bandera planchadita, como pide la canción de Sumo. A Brasil llegó en un bolso, en una valija, en el baúl del auto. Aguantó como pudo el traqueteo, la pobre. Eso sí: a la hora de desplegarla se la tensa con emoción. En el Mundial la bandera es un DNI público que pasa con orgullo por todas las ventanillas de migraciones. La que exhibieron Fernando Spigiel y su amigo Gabriel en la puerta del Mineirao es una de las mejores que se vieron.
Unidos por la misma pasión, se titula el trapo. Hay tres caras dibujadas con mano de artista: Diego, Messi y “Nico”. ¿Quién es “Nico”? El hijo de Gabriel, un economista que se marchó de su Bahía Blanca natal, lejos del querido Olimpo, para radicarse en Nueva York. Fernando es oftalmólogo y vive en Winnipeg (Canadá). A su lado está su hijo, Lucas.
No podían perderse la oportunidad de disfrutar el Mundial, sobre todo junto a “Nico” y a Lucas. Para ellos, niños creciendo en una sociedad tan diferente como la norteamericana, el viaje es un baño de argentinidad.
Otra bandera propone una esperanza. Están dibujados el Gauchito, Pique y Fuleco. El Gauchito fue la mascota del Mundial 78, y Pique la de México 86. Está convivencia que propusieron los creativos de Monterrico (provincia de Buenos Aires) invita a Fuleco a sumarse al club de los títulos mundiales argentinos. ¿Se concretará?
Diego Cavallo enarbola su bandera con Diego abrazado a la azul y oro. Él es de San Fernando (Tigre), y lo acompañan su hijo, Joaquín, Miguel Silva y Martín Savar.
Hay muchísimas, por todas partes, la inmensa mayoría anunciando la ciudad que identifica a los portadores. La que comparte la hinchada de Rufino (Santa Fe) y Barracas (Buenos Aires) incluye la imagen de Lionel Messi. La idea fue de Enzo García Fiat, el hincha del turbante blanco para quienes se lo cruzaron antes, durante y después de Argentina-Irán. A él y a su bandera.
Unidos por la misma pasión, se titula el trapo. Hay tres caras dibujadas con mano de artista: Diego, Messi y “Nico”. ¿Quién es “Nico”? El hijo de Gabriel, un economista que se marchó de su Bahía Blanca natal, lejos del querido Olimpo, para radicarse en Nueva York. Fernando es oftalmólogo y vive en Winnipeg (Canadá). A su lado está su hijo, Lucas.
No podían perderse la oportunidad de disfrutar el Mundial, sobre todo junto a “Nico” y a Lucas. Para ellos, niños creciendo en una sociedad tan diferente como la norteamericana, el viaje es un baño de argentinidad.
Otra bandera propone una esperanza. Están dibujados el Gauchito, Pique y Fuleco. El Gauchito fue la mascota del Mundial 78, y Pique la de México 86. Está convivencia que propusieron los creativos de Monterrico (provincia de Buenos Aires) invita a Fuleco a sumarse al club de los títulos mundiales argentinos. ¿Se concretará?
Diego Cavallo enarbola su bandera con Diego abrazado a la azul y oro. Él es de San Fernando (Tigre), y lo acompañan su hijo, Joaquín, Miguel Silva y Martín Savar.
Hay muchísimas, por todas partes, la inmensa mayoría anunciando la ciudad que identifica a los portadores. La que comparte la hinchada de Rufino (Santa Fe) y Barracas (Buenos Aires) incluye la imagen de Lionel Messi. La idea fue de Enzo García Fiat, el hincha del turbante blanco para quienes se lo cruzaron antes, durante y después de Argentina-Irán. A él y a su bandera.
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