23 Junio 2014
REVUELO INTERNACIONAL. Meriam Yehya Ibrahim había sido condenada a la horca y a 100 latigazos.
JARTUM, Sudan.- Un tribunal sudanés ordenó este lunes poner en libertad a Meriam Yehya Ibrahim, la mujer que había sido condenada a muerte por casarse con un cristiano y rechazar el Islam, informó la prensa local.
El Tribunal de Apelaciones de Jartum fue el encargado de notificar la cancelación de la condena contra la mujer, de 27 años, que el 15 de mayo pasado había sido sentenciada a la pena capital, informó la agencia oficial sudanesa de noticias SUNA y consignó Télam.
Durante la estancia en prisión de Ibrahim, que fue encarcelada en agosto de 2013 con su hijo de año y medio, la mujer dio a luz un segundo bebé por lo que la Justicia sudanesa le ofreció dos años antes de ejecutar la pena para que pudiera amamantar al bebé.
El abogado del caso, Mohamed Ibrahim, explicó que la Corte aceptó su recurso contra la pena de muerte y que la mujer fue llevada de la prisión a un lugar desconocido para garantizar su seguridad, tras (haber recibido) amenazas de muerte.
La joven, también fue condenada a 100 latigazos por adulterio, ya que su matrimonio con Daniel Wani está considerado ilegal por la sharia (ley islámica) por la que se rige Sudán.
El padre de Ibrahim es musulmán y su madre cristiana ortodoxa de Etiopía. Según la sharia, en Sudán se considera musulmán a todo el que tenga al menos un progenitor musulmán. Sin embargo, ante la ausencia continuada de su padre, la joven fue criada como cristiana y se casó con un cristiano.
El Tribunal de Apelaciones de Jartum fue el encargado de notificar la cancelación de la condena contra la mujer, de 27 años, que el 15 de mayo pasado había sido sentenciada a la pena capital, informó la agencia oficial sudanesa de noticias SUNA y consignó Télam.
Durante la estancia en prisión de Ibrahim, que fue encarcelada en agosto de 2013 con su hijo de año y medio, la mujer dio a luz un segundo bebé por lo que la Justicia sudanesa le ofreció dos años antes de ejecutar la pena para que pudiera amamantar al bebé.
El abogado del caso, Mohamed Ibrahim, explicó que la Corte aceptó su recurso contra la pena de muerte y que la mujer fue llevada de la prisión a un lugar desconocido para garantizar su seguridad, tras (haber recibido) amenazas de muerte.
La joven, también fue condenada a 100 latigazos por adulterio, ya que su matrimonio con Daniel Wani está considerado ilegal por la sharia (ley islámica) por la que se rige Sudán.
El padre de Ibrahim es musulmán y su madre cristiana ortodoxa de Etiopía. Según la sharia, en Sudán se considera musulmán a todo el que tenga al menos un progenitor musulmán. Sin embargo, ante la ausencia continuada de su padre, la joven fue criada como cristiana y se casó con un cristiano.
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