El Hombre Máquina

Aunque Di María se llevó los flashes, Mascherano fue un león incansable, de entrega absoluta

AQUÍ Y ALLÁ. En todos lados estuvo Mascherano: el de Barcelona es el más regular de la Selección en lo que va del Mundial. AQUÍ Y ALLÁ. En todos lados estuvo Mascherano: el de Barcelona es el más regular de la Selección en lo que va del Mundial.
En 2009, vio la luz una enigmática investigación acerca de Javier Mascherano. A lo largo de cinco videos de corte detectivesco publicados en YouTube, un supuesto periodista llamado Luis Dapelo intentaba demostrar que el inusual rendimiento del volante central de la Selección, capaz de correr al minuto 1 y al 91 de la misma manera, se debía no a un don natural sino a la implantación de un motor en su cuerpo. El informe, que pese a evidentes indicios de ficción plantó la duda en miles de argentinos, resultó ser una original campaña de una marca automotriz para publicitar su nuevo motor turbodiésel.

La cuestión es que, después del partidazo que jugó ayer contra Suiza, uno ya comienza a dudar de que el ex River no tenga realmente una máquina en el pecho. No se sabe bien de qué juega, porque aunque su hogar sea el medio, está en todos lados. Cuando Argentina atacó, acompañó siempre y se mostró como opción de descarga. Cuando hubo repliegue, fue casi imposible pasarlo, como siempre. Y es que seas suizo, brasileño o alemán, es difícil sacarte de encima a un perro de presa que te come las piernas y no te deja en paz hasta que le entregás la pelota.

“No fue fácil jugar en una cancha lenta como ésta. No queríamos ir al alargue y por eso salimos a presionar con todo en el segundo tiempo”, dijo “Masche”. Animal mitológico mezcla de pulpo y león, no respondió sólo por él, sino también por Fernando Gago, de flojo rendimiento y escasa vocación defensiva. Si Romero casi ni salió en la tele en el segundo tiempo, fue en gran parte por “El Jefecito”.

“Merecimos la victoria, todo el segundo tiempo lo jugamos en campo rival. Y de tanto insistir, en la última apareció ‘Lío’ (Messi) y Di María pudo convertir”, destacó un confiado Mascherano: “nunca dudé del triunfo. Ellos no generaban peligro, y el interrogante era qué podía pasar en los penales. Pero llegó el gol que merecíamos y ahora empieza otra etapa”. Y es que con él, la única duda es qué clase de máquina tiene adentro del pecho.

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