Diez opciones para tomar el té en el campo

Panes y dulces caseros, pastelería gourmet, chocolates y café humeantes, innumerables variedades de té. Así de generosa es la gastronomía tucumana. Animate a agarrar el auto o el primer ómnibus y hacete una escapada al campo o a la montaña para desayunar o merendar de la mejor manera

SAN JAVIER.   LA GACETA/ FOTO DE FRANCO VERA SAN JAVIER. LA GACETA/ FOTO DE FRANCO VERA
08 Julio 2014

San Javier
Pastelería casera acompañada por la mejor panorámica

Hacia donde mires vas a encontrar paisajes increíbles. Si observás a un lado, podrás ver al Cristo Bendicente, del escultor tucumano Juan Carlos Iramain, envuelto en la frondosa yunga. Y si tenés suerte y te toca un día despejado, hacia abajo verás las ciudades de Yerba Buena y San Miguel de Tucumán. Y si te concentrás en tu plato, te vas a encontrar con delicias de la pastelería casera del restaurante del hotel Sol San Javier. La abundancia también genera pasiones: el desayuno buffet incluye todo tipo de cereales y frutas, fiambres, mermeladas caseras y juegos cítricos, y te cuesta $62; el clásico desayuno light, $42; una porción de torta (selva negra, María Luisa) o de tarta (cabsha con masa de chocolate, regional con dulce de cayote y zapallos en almíbar, lemon pie, frutos rojos, arándanos), $32. También podés degustar una gran variedad de té en hebras, jugos y cafés. Recomendados: el café bombón (con leche condensada, chocolate y café), a $30; y la porción de torta de coco, $32.

Raco
Un desayuno de campo al lado del hogar

Seguro habrán prendido el hogar, y podrás acomodarte a su lado con tu bebida caliente. Porque si el día está nublado y frío, no habrá otra mejor opción que desayunar junto al fuego en el restaurante El Estribo, de Raco. Las opciones caseras y de campo ocupan la carta. Pan amasado esa mañana, mermeladas de frutos recogidos en la zona y medialunas recién horneadas completan el desayuno, que cuesta $23. El horario de atención en las vacaciones de invierno es de 9 a 17. “Aquí se come comida de adeveras”, dice el cartel del salón. Habrá que creerle y animarse a desayunar viendo las lomadas de la villa turística que está a unos 40 kilómetros de San Miguel de Tucumán.

El Cadillal
Dulces orgánicos para comer y llevarse a casa

Exquisitos dulces, jaleas y mermeladas que fueron elaboradas con procedimientos artesanales (selección, pelado y cocción de frutos), sin químicos ni conservantes. Esos dulces son la especialidad de la casa de té Estancia El Cadillal, que está ubicada a unos 200 metros antes de llegar a la rotonda. También tienen 20 variedades de té, y todo tipo de cafetería. En vacaciones está abierta de 9 a 23. Una merienda con pan casero y mermelada, más infusión, cuesta $28. También tenés la opción de alquilar un equipo de mate con una canasta de pan, mermelada y manteca a $28. Después de desayunar o merendar, tenés cerca el dique, las aerosillas y los caminos solitarios por explorar.

San Pedro de Colalao
Una casita de té con galletitas recién horneadas

Desde las ventanas podés ver las calles serenas de San Pedro de Colalao. Porque está al lado de las mesas en las que se sirven meriendas repletas de productos ricos y recién elaborados. Es que en la posada Inti Huatana todo es casero. Por la tarde también pueden merendar los que no son huéspedes a sólo $35. Vos podés elegir si querés tomar té en hebras o café -por ejemplo-, y acompañarlo con galletitas, bizcochuelos, tartas o budines. La especialidad: el budín de mandarina.

Villa Nougués
Café caliente para abrigarte antes de caminar por las lomadas verdes

Aunque parece de otro país, por el estilo de sus casas, la vegetación y la recurrente niebla, Villa Nougués está a menos de una hora de San Miguel de Tucumán. A medida que vas llegando a la villa, te vas a cruzar con viejas casonas, una pequeña capilla y muy pocos habitante. Ahí, frente a la capilla, está el restaurante en donde podés merendar de lunes a domingo (los fines de semana es recomendable consultar si hay casamientos, porque en esos casos no abre sus puertas al público). Un cafecito abrigador y unas tostadas con pan casero vienen bien antes de empezar a surcar las lomadas de esta villa que parece una extracto de Suiza en pleno Tucumán.

Tafí del Valle
Cinco propuestas entre los cerros
Aunque Tafí del Valle ya se cubrió de blanco en dos oportunidades, todavía anticipan muy bajas temperaturas en este siempre inspirador valle. Para abrigarte bien no hace falta llenarte de ponchos y camperas de lana de llama. Tafí también te puede cobijar con su importante gastronomía. Una opción siempre tentadora es la visita a las estancias: podés recorrer estos lugares llenos de historia y desayunar o merendar con panes caseros y con quesos de elaboración propia. El restaurante Los Alisos, de Las Carreras (foto), atiende al público durante todo el día. La cocina fusiona la tradición culinaria regional con recetas modernas. La estancia está en el kilómetro 13 de la ruta 325. En la Estancia Los Cuartos, ubicada en plena villa, durante las vacaciones de invierno tenés un 2x1 con Club LA GACETA en visitas guiadas, más merienda o té criollo. La promoción es los lunes, martes y miércoles. Otra opción, es la casa de té Flor de Sauco, que ofrece una gran variedad de tartas y tortas caseras. Con Club LA GACETA, los jueves tenés el 30% de descuento. Una especialidad: la tarta de nueces o el tostado de cantimpalo y queso. El Blanquito, sobre la ruta 307, es otra tentadora opción. Al pie de los cerros tafinistos se encuentra El Puesto, un antiguo puesto de estancia de unos 200 años. Allí podés merendar como lo hacen los baqueanos: con panes y dulces caseros, y mate cocido con aroma a leña. Sí, esa infusión bien caliente que se sirve en pava de hierro, al igual que en la montaña o en el campo tucumano. La merienda cuesta aproximadamente $35, y también puede incluir tartas o alguna otra delicia casera. Ubicado en avenida Lola Mora al 500, también ofrece comida regional. Está abierto desde temprano hasta la noche. Los jueves tenés descuento del 30% con Club LA GACETA.




Publicidad
Comentarios