Holanda y su “maratonista”

La potencia y la velocidad de Robben pueden ser una pesadilla para Argentina

IMPARABLES. Los jugadores holandeses se caracterizan por su velocidad a la hora de atacar; Robben, por ejemplo, marcó un récord futbolístico en ese rubro. reuters IMPARABLES. Los jugadores holandeses se caracterizan por su velocidad a la hora de atacar; Robben, por ejemplo, marcó un récord futbolístico en ese rubro. reuters
08 Julio 2014

Por Daniel García Marco, DPA

RÍO DE JANEIRO.- Como le sucedió a Lionel Messi, la llegada del holandés Arjen Robben al Olimpo de las grandes estrellas del fútbol se produjo después de una transformación física: sus músculos de cristal se convirtieron en acero.

El español Sergio Ramos es uno de los defensas más potentes del fútbol europeo, pero el 13 de junio, en el España-Holanda del Mundial, fue “atropellado” por la velocidad de Robben en un sprint del que derivó el quinto gol de la “naranja”.

La carrera impresionó tanto que el diario holandés “De Telegraaf” la analizó y concluyó que Robben alcanzó los 37 kilómetros por hora. Según el diario, esa cifra lo convirtió en el fútbolista más rápido al superar un sprint de 35,7 km/h del inglés Theo Walcott. El rotativo calculó que si hubiera mantenido esa velocidad habría completado los 100 metros en 10,28 segundos. El récord mundial en la distancia está en manos del jamaiquino Usain Bolt con 9,58 segundos.

Pero Robben siempre fue veloz. La novedad es su durabilidad. El jugador de cristal que sufría constantes lesiones musculares en PSV, Chelsea y Real Madrid se fue transformando poco a poco en Bayern Munich y a los 30 años y después de vivir una temporada libre de lesiones, está en la mejor forma física de su carrera. “A veces yo también me sorprendo”, dijo tras el partido de cuartos de final ante Costa Rica. Fueron 120 minutos sin goles, pero en los que Robben fue amo y señor.

Todas las ocasiones holandesas llegaron a través de su desequilibrio en la banda derecha o por el centro, con su velocidad y su cambio de ritmo. Desde el minuto uno y hasta el 120, sin rastro de fatiga. “Me siento bien, me siento fuerte. Cuando tengo la pelota, la velocidad y la potencia están ahí. Ni en la prórroga me sentía cansado. Pensé que en algún momento me quedaría sin fuerzas, pero seguía corriendo y corriendo”, afirmó Robben, que provocó las cuatro tarjetas amarillas de Costa Rica.

Robben es la estrella de Holanda, el hombre más peligroso al que deberá enfrentarse mañana Argentina en una semifinal en la que todos esperan un duelo especial con Messi. (DPA)

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