13 Julio 2014
A principio de este año, el Gobierno tucumano desalojó a los vendedores informales del microcentro de San Miguel de Tucumán. Tras ese operativo, la capital provincial estableció mejores condiciones de competencia en la zona comercial y logró reducir la influencia de la informalidad, a la vez que pudo modificar su posición en comparación con otras localidades del país.
El último relevamiento nacional del comercio ilegal, que realizó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) con datos de la Federación Económica de Tucumán (FET), confirmó que en la ciudad se detectaron 1.180 vendedores, en junio. Esa cantidad llevó a que la capital se ubique en el puesto 12 de 406 plazas sondeadas, cuando en los últimos años estaba señalada entre las cinco poblaciones con mayor nivel de venta irregular.
Entre fines de 2013 e inicio de este período, en San Miguel de Tucumán había 1.822 puestos ilegales, de los cuales 1.447 han sido localizados en 11 “saladitas” y otros 375 eran manteros asentados fijos en las calles. En seis meses previos, la ciudad había tenido un incremento de un 25,4% en la cantidad de manteros y de un 27% en los puestos en la ferias informales. Es decir, un 9,6% del comercio de Tucumán correspondió al comercio irregular.
Según el trabajo de la CAME, la venta ilegal en Argentina ascendió a $ 2.227 millones y los productos relacionados con el Mundial de Fútbol Brasil 2014 fueron los de mayor circulación.
De esa cifra total, casi un 3% correspondió a la incidencia de Tucumán. Eso significó que el comercio informal local movilizó en junio $ 132 millones.
“Estamos viendo que la venta ilegal también tiene que ver con la recesión económica”, comentó ante la LA GACETA el titular de la FET, Pedro Omodeo.
El empresario remarcó que si bien la venta ilegal se mide aquí por cantidad de puestos. Bajo esa posición, aclaró que el hecho de que los vendedores hayan salido del microcentro de San Miguel de Tucumán, implicó una disminución de la cantidad de puestos, pero no una reducción del impacto debido a que tras el desalojo, esa metodología de venta se desplazó hacia zonas aledañas del Gran San Miguel y el interior tucumano.
“Se trasladó a las famosas ‘saladitas’, que algunos municipios del interior alientan con malos incentivos de instalación. Se radicaron en la periferia del Gran San Miguel de Tucumán”, agregó el titular de la entidad empresaria local.
El trabajo de la CAME remarcó que “el vendedor ambulante que más invadió las ciudades en mayo y junio, fue aquel que comercializó productos vinculados a la Selección Argentina de Fútbol, en perjuicio de los comercios de esos rubros que no pudieron aprovechar la fecha como esperaban”. Además, el relevamiento reflejó, entre varias características, el posicionamiento de las modalidades como “timbreros”, particulares y a través de la red social Facebook.
“También preocupa el incremento de los niveles de violencia. En diferentes ciudades, los manteros han respondido con golpes, amenazas y acuartelamientos entre bandas para enfrentar a piedrazos a policías e inspectores”, dijo la entidad nacional.
“La menor actividad económica, el menor poder adquisitivo de la población y el Mundial de Fútbol dispararon la venta ilegal en todo el país”, destacó. La Ciudad de Buenos Aires, los partidos de Lomas de Zamora, La Matanza y Florencio Varela, La Plata, Escobar, en Buenos Aires, y San Salvador de Jujuy fueron “las siete regiones con mayor presencia de puestos ilegales”, que representaron un 48,2% del total.
El último relevamiento nacional del comercio ilegal, que realizó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) con datos de la Federación Económica de Tucumán (FET), confirmó que en la ciudad se detectaron 1.180 vendedores, en junio. Esa cantidad llevó a que la capital se ubique en el puesto 12 de 406 plazas sondeadas, cuando en los últimos años estaba señalada entre las cinco poblaciones con mayor nivel de venta irregular.
Entre fines de 2013 e inicio de este período, en San Miguel de Tucumán había 1.822 puestos ilegales, de los cuales 1.447 han sido localizados en 11 “saladitas” y otros 375 eran manteros asentados fijos en las calles. En seis meses previos, la ciudad había tenido un incremento de un 25,4% en la cantidad de manteros y de un 27% en los puestos en la ferias informales. Es decir, un 9,6% del comercio de Tucumán correspondió al comercio irregular.
Según el trabajo de la CAME, la venta ilegal en Argentina ascendió a $ 2.227 millones y los productos relacionados con el Mundial de Fútbol Brasil 2014 fueron los de mayor circulación.
De esa cifra total, casi un 3% correspondió a la incidencia de Tucumán. Eso significó que el comercio informal local movilizó en junio $ 132 millones.
“Estamos viendo que la venta ilegal también tiene que ver con la recesión económica”, comentó ante la LA GACETA el titular de la FET, Pedro Omodeo.
El empresario remarcó que si bien la venta ilegal se mide aquí por cantidad de puestos. Bajo esa posición, aclaró que el hecho de que los vendedores hayan salido del microcentro de San Miguel de Tucumán, implicó una disminución de la cantidad de puestos, pero no una reducción del impacto debido a que tras el desalojo, esa metodología de venta se desplazó hacia zonas aledañas del Gran San Miguel y el interior tucumano.
“Se trasladó a las famosas ‘saladitas’, que algunos municipios del interior alientan con malos incentivos de instalación. Se radicaron en la periferia del Gran San Miguel de Tucumán”, agregó el titular de la entidad empresaria local.
El trabajo de la CAME remarcó que “el vendedor ambulante que más invadió las ciudades en mayo y junio, fue aquel que comercializó productos vinculados a la Selección Argentina de Fútbol, en perjuicio de los comercios de esos rubros que no pudieron aprovechar la fecha como esperaban”. Además, el relevamiento reflejó, entre varias características, el posicionamiento de las modalidades como “timbreros”, particulares y a través de la red social Facebook.
“También preocupa el incremento de los niveles de violencia. En diferentes ciudades, los manteros han respondido con golpes, amenazas y acuartelamientos entre bandas para enfrentar a piedrazos a policías e inspectores”, dijo la entidad nacional.
“La menor actividad económica, el menor poder adquisitivo de la población y el Mundial de Fútbol dispararon la venta ilegal en todo el país”, destacó. La Ciudad de Buenos Aires, los partidos de Lomas de Zamora, La Matanza y Florencio Varela, La Plata, Escobar, en Buenos Aires, y San Salvador de Jujuy fueron “las siete regiones con mayor presencia de puestos ilegales”, que representaron un 48,2% del total.