Por Alberto Horacio Elsinger
14 Julio 2014
HISTÓRICA. La sede de dos plantas de la mutual monteriza se inauguró en 1909 y desde 1932 albergó al cine Marconi, cuya sala aún sigue intacta. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL
“Juntos somos más” es una de las frases que mejor define los objetivos del mutualismo en nuestro país. También es el lema o la consigna más adoptada y difundida por las entidades que ejercen esta práctica solidaria. “El nacimiento de la actividad mutualista, no sólo en Tucumán sino también en el territorio nacional, está ligado a la historia del trabajo de los sectores de medianos y de bajos recursos. Las mutuales, por lo general, surgieron ante la necesidad de defenderse y buscar, a través de medios propios, un mecanismo de satisfacción para las necesidades que no puedan lograrse en forma individual”, explicó Héctor Rodríguez, de 76 años, titular de la Sociedad Mutual Centro de Trabajadores de Socorros Mutuo de Monteros. La institución, que cumplió 115 años y está considerada como la más antigua del mutualismo tucumano, posee una sede propia en Crisóstomo Alvarez 233, de esa ciudad del sur provincial. Fue fundada el 22 de junio de 1899, por 22 personas, que en su mayoría, pertenecían al rubro de la construcción.
Importadas
“Este tipo de asociaciones fue introducida en nuestro país por los inmigrantes, ante la necesidad de sepultar a sus muertos. Tal como es nuestra entidad, que posee un panteón social con 110 nichos y 100 urnas en el cementerio del Norte de calle La Madrid, de Monteros. Luego se fueron transformando en el lugar de reunión entre miembros de igual nacionalidad. Actualmente sigue vigente, aunque con escasa actividad, la que se cree que es la más antigua de las mutuales: la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos de Buenos Aires, que se creó en 1854”, expresó Marcos Albornoz, tesorero de la sociedad mutual.
Transmisión oral
Pablo Macció, vocal de la institución, destacó que “a nivel internacional, el nacimiento de las mutuales con nombres como Sociedades de Socorros Mutuos, de Protección Recíproca, etcétera, se remonta a épocas de las que no quedó documentación y sólo se hace referencia a ellas, a través de la transmisión oral y de las investigaciones o recopilaciones que realizaron algunos estudiosos del tema. Tal vez la historia más antigua sea la que dice que en África, a orillas del Río Nilo, 3.000 años antes de Cristo, había dos comunidades en ambas márgenes del río. Cuando una de ellas sufría inundaciones u otro tipo de catástrofe, la otra la auxiliaba, y viceversa”.
“Nuestra sede -añadió- es muy requerida para cursos de perfeccionamiento docente, concursos y diversos eventos musicales, culturales, literarios. Es por ello que siempre se está trabajando en la parte edilicia. No sólo para mantenerla sino también para mejorarla”.
Sede propia
A fines del siglo XIX, cuando la institución de ayuda recíproca fue fundada, carecía de sede propia. Casi ocho años después adquirieron el terreno donde hoy funciona. “La compra se efectuó por la suma de $400.000 de esa época y la escritura se firmó el 3 de enero de 1907. Transcurrieron más de dos años, para que el 22 de junio de 1909 se inaugurara la sede. En ese sentido, don Román M. Ferro, que después presidió la mutual, gestionó subsidios en la nación y afilió a centenares de socios que no sólo aportaron para la construcción de la sede sino que también colaboraron con la ejecución de las obras”, detalló el tesorero Albornoz.
Los presidentes
Al respecto una placa ubicada en la planta alta consigna la apertura de la sede. “La primera comisión directiva, presidida por don Jesús Torres, se mantuvo por varios años. Don Ferro tomó la posta de la conducción de la institución hasta 1957. Pero desde entonces y durante tres años, 1960, Mateo Carlini, David Martínez y Saturnino José se sucedieron en la presidencia. Desde el 60 a 1976 se desempeñó Juan Bautista Macció. Juan René Herrera lo sucedió en julio de 1976 hasta diciembre de 2001 y desde el 22 de diciembre de ese año a la fecha, la presidencia está a cargo de Héctor Rodríguez”, aclaró Rodríguez (h)
En las instalaciones del Centro de Trabajadores de Socorros Mutuos de Monteros, funcionaron varios establecimientos educativos. Entre ellos cabe destacar la Escuela Maternal municipal, que inició sus actividades en el local mutualista; un anexo de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Santiago del Estero, que realizó una prueba piloto para el desarrollo educativo de ese nivel para jóvenes “de la rosa de abolengo” y otro anexo de la Escuela de Kinesiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán, que en sus inicios dictó cursos introductorios.
En la actualidad, el Instituto San Cristóbal enseña las tecnicaturas de Seguridad e Higiene, cuya primera promoción egresará a fines del año en curso, y la de Bromatología y Medio Ambiente. Para ello, subrayó el doctor Oscar Pirlo -apoderado de la sociedad mutual y nieto del secretario fundador Carlos B. Pirlo- el local fue refaccionado y reacondicionado, a través de un plan de obras, para dotar a ese instituto de laboratorios, aulas, baños e instalaciones adecuadas para los fines que desarrolla.
El cine Marconi
A comienzos de 1932 comenzó a funcionar, en la planta baja del edificio de dos pisos del Centro de Trabajadores de Socorros Mutuos, el cine teatro Marconi. Al principio lo explotaba la Compañía Cinematográfica del Norte. Pero a partir de 1945 se hizo cargo de la concesión Víctor Arnau Sanz con su hermano Eduardo y su cuñado Agustín Tortajada. Se cerró en 1990 y se reabrió en 1995 un año. Desde junio de 2013 comenzaron con funciones en 3D.
Importadas
“Este tipo de asociaciones fue introducida en nuestro país por los inmigrantes, ante la necesidad de sepultar a sus muertos. Tal como es nuestra entidad, que posee un panteón social con 110 nichos y 100 urnas en el cementerio del Norte de calle La Madrid, de Monteros. Luego se fueron transformando en el lugar de reunión entre miembros de igual nacionalidad. Actualmente sigue vigente, aunque con escasa actividad, la que se cree que es la más antigua de las mutuales: la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos de Buenos Aires, que se creó en 1854”, expresó Marcos Albornoz, tesorero de la sociedad mutual.
Transmisión oral
Pablo Macció, vocal de la institución, destacó que “a nivel internacional, el nacimiento de las mutuales con nombres como Sociedades de Socorros Mutuos, de Protección Recíproca, etcétera, se remonta a épocas de las que no quedó documentación y sólo se hace referencia a ellas, a través de la transmisión oral y de las investigaciones o recopilaciones que realizaron algunos estudiosos del tema. Tal vez la historia más antigua sea la que dice que en África, a orillas del Río Nilo, 3.000 años antes de Cristo, había dos comunidades en ambas márgenes del río. Cuando una de ellas sufría inundaciones u otro tipo de catástrofe, la otra la auxiliaba, y viceversa”.
“Nuestra sede -añadió- es muy requerida para cursos de perfeccionamiento docente, concursos y diversos eventos musicales, culturales, literarios. Es por ello que siempre se está trabajando en la parte edilicia. No sólo para mantenerla sino también para mejorarla”.
Sede propia
A fines del siglo XIX, cuando la institución de ayuda recíproca fue fundada, carecía de sede propia. Casi ocho años después adquirieron el terreno donde hoy funciona. “La compra se efectuó por la suma de $400.000 de esa época y la escritura se firmó el 3 de enero de 1907. Transcurrieron más de dos años, para que el 22 de junio de 1909 se inaugurara la sede. En ese sentido, don Román M. Ferro, que después presidió la mutual, gestionó subsidios en la nación y afilió a centenares de socios que no sólo aportaron para la construcción de la sede sino que también colaboraron con la ejecución de las obras”, detalló el tesorero Albornoz.
Los presidentes
Al respecto una placa ubicada en la planta alta consigna la apertura de la sede. “La primera comisión directiva, presidida por don Jesús Torres, se mantuvo por varios años. Don Ferro tomó la posta de la conducción de la institución hasta 1957. Pero desde entonces y durante tres años, 1960, Mateo Carlini, David Martínez y Saturnino José se sucedieron en la presidencia. Desde el 60 a 1976 se desempeñó Juan Bautista Macció. Juan René Herrera lo sucedió en julio de 1976 hasta diciembre de 2001 y desde el 22 de diciembre de ese año a la fecha, la presidencia está a cargo de Héctor Rodríguez”, aclaró Rodríguez (h)
En las instalaciones del Centro de Trabajadores de Socorros Mutuos de Monteros, funcionaron varios establecimientos educativos. Entre ellos cabe destacar la Escuela Maternal municipal, que inició sus actividades en el local mutualista; un anexo de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Santiago del Estero, que realizó una prueba piloto para el desarrollo educativo de ese nivel para jóvenes “de la rosa de abolengo” y otro anexo de la Escuela de Kinesiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán, que en sus inicios dictó cursos introductorios.
En la actualidad, el Instituto San Cristóbal enseña las tecnicaturas de Seguridad e Higiene, cuya primera promoción egresará a fines del año en curso, y la de Bromatología y Medio Ambiente. Para ello, subrayó el doctor Oscar Pirlo -apoderado de la sociedad mutual y nieto del secretario fundador Carlos B. Pirlo- el local fue refaccionado y reacondicionado, a través de un plan de obras, para dotar a ese instituto de laboratorios, aulas, baños e instalaciones adecuadas para los fines que desarrolla.
El cine Marconi
A comienzos de 1932 comenzó a funcionar, en la planta baja del edificio de dos pisos del Centro de Trabajadores de Socorros Mutuos, el cine teatro Marconi. Al principio lo explotaba la Compañía Cinematográfica del Norte. Pero a partir de 1945 se hizo cargo de la concesión Víctor Arnau Sanz con su hermano Eduardo y su cuñado Agustín Tortajada. Se cerró en 1990 y se reabrió en 1995 un año. Desde junio de 2013 comenzaron con funciones en 3D.