14 Julio 2014
POLLO DE RIVOIRA. En un clima distendido, el “Chulo” le da indicaciones a Grahl, a quien dirigió en Almirante Brown.
SALTA.- La última vez que un enganche tuvo éxito rotundo en Atlético, Héctor Rivoira estaba en el banco de suplentes. Martín Morel, Gonzalo Bustamante, Federico Barrionuevo y Fabio Ramos nunca pudieron siquiera acercarse a la gesta de Claudio Sarría, uno de los ídolos “decanos” en el ascenso a Primera en 2009. ¿Será entonces que Francisco Grahl romperá con la fea tradición?
“Estoy contento de estar en un club como este. Hablé con el ‘Chulo’ y con la dirigencia y todos pensamos lo mismo: el ascenso”, dijo Grahl, que viene de Almirante Brown, donde nació futbolísticamente y fue dirigido por Rivoira.
Según el entrenador “decano”, la posición del 10 es importante: más allá de que puede dibujar un esquema sin el enganche, con el “Capé” en sus mejores épocas y en la pasada temporada, demostró que tiene cierta debilidad.
Gastón Cuevas, enlace y una de las promesas del club, fue reincorporado al plantel y tuvo minutos en cancha. Grahl, ex pupilo de Rivoira, es otro motivo para jugar con un jugador entre los volantes de contención y los delanteros.
“En los últimos partidos jugué por afuera pero a mí me gusta por el centro, más libre”, admite el zurdo bonaerense de 23 años, nacido en la localidad de San Justo.
Aquella vez en 2009, el ascenso a Primera se otorgaba sólo a los dos primeros y Sarría ayudó con 10 goles, algo que quiere repetir Grahl en un torneo mucho más diferente. “Hay muchos ascensos en juego pero nuestra idea no es salir quintos; queremos estar arriba de todos”, deseó el enganche, que en la pasada temporada fue el goleador de la “fragata” con seis tantos.
“Estoy contento de estar en un club como este. Hablé con el ‘Chulo’ y con la dirigencia y todos pensamos lo mismo: el ascenso”, dijo Grahl, que viene de Almirante Brown, donde nació futbolísticamente y fue dirigido por Rivoira.
Según el entrenador “decano”, la posición del 10 es importante: más allá de que puede dibujar un esquema sin el enganche, con el “Capé” en sus mejores épocas y en la pasada temporada, demostró que tiene cierta debilidad.
Gastón Cuevas, enlace y una de las promesas del club, fue reincorporado al plantel y tuvo minutos en cancha. Grahl, ex pupilo de Rivoira, es otro motivo para jugar con un jugador entre los volantes de contención y los delanteros.
“En los últimos partidos jugué por afuera pero a mí me gusta por el centro, más libre”, admite el zurdo bonaerense de 23 años, nacido en la localidad de San Justo.
Aquella vez en 2009, el ascenso a Primera se otorgaba sólo a los dos primeros y Sarría ayudó con 10 goles, algo que quiere repetir Grahl en un torneo mucho más diferente. “Hay muchos ascensos en juego pero nuestra idea no es salir quintos; queremos estar arriba de todos”, deseó el enganche, que en la pasada temporada fue el goleador de la “fragata” con seis tantos.