22 Julio 2014
BARRIO SAN MARTÍN. Astorga cayó herido en el pasaje 17 de Agosto al 4.700, a tres cuadras de la comisaría. la gaceta / fotos de Antonio Ferroni
El disparo fue letal. Entró por la nuca de Adrián Alejandro Astorga y lo derribó de la moto en la que viajaba con su tío. Poco después, el adolescente de 16 años murió en el hospital Padilla.
“Esto es un caso de gatillo fácil”, gritaban con bronca los vecinos de Astorga desde la entrada de Villa Cabildo, un humilde asentamiento ubicado detrás del barrio San Martín, donde el adolescente vivía y donde ayer lo estaban velando. El crimen ocurrió a dos cuadras de ese lugar y a tres de la seccional 8ª, el domingo a la noche.
Familiares de Astorga afirmaron que todos participaban del primer cumpleaños de una prima en el barrio Smata II. De ahí regresaban el adolescente y su tío cuando sucedió el hecho. “No tenemos ninguna respuesta de por qué le dispararon, no hubo pelea, ni tiroteo, ni robo”, aseguró Blanca Jiménez, tía de la víctima.
Según el relato de la mujer, la moto circulaba por el pasaje 17 de Agosto al 4.700 mientras dos patrulleros del Sistema de Emergencias 911, con cuatro policías a bordo, la perseguía. Jiménez dijo que se escucharon dos disparos. Uno de esos proyectiles hirió al adolescente en la nuca y el otro rozó el cuello de su tío, quien salió ileso.
Alertados por los disparos, varias personas se acercaron y vieron al adolescente tirado en la calle, sobre un charco de sangre. Según relataron, fueron los padres de Astorga quienes lo llevaron al hospital, donde finalmente murió.
Miedo a la Policía
“Lo dejaron abandonado”, afirmó Eduardo, un tío de Astorga que pidió reservar su apellido. “La Policía siempre molesta a la gente de acá, nos hacen de menos porque vivimos en una villa y somos pobres”, expresó el hombre, con bronca, afuera del velorio. Después del hecho, en la madruga de ayer, los vecinos fueron a protestar a la comisaría.
Natalia Moreno, una vecina de la víctima, afirmó que después de la muerte de Astorga tienen miedo de cruzarse con un uniformado. “Ahora nadie quiere salir porque está todo el barrio lleno de policías”, añadió. La mujer comentó que la familia está destruida y que necesita justicia. “Son muy buenas personas, acá todo el mundo los quiere”, agregó.
El adolescente vivía con sus padres y un hermano de 14 años. Toda la familia, al igual que la mayoría de los vecinos de Villa Cabildo, se dedica a la venta ambulante.
Un supuesto robo
El fiscal Washington Navarro Dávila contó que la versión que recibió de parte de las autoridades policiales, ayer a la mañana, indicaba que los uniformados habían llegado hasta la seccional 8ª con dos detenidos, cuando un grupo de personas les avisó que en la esquina se había producido un robo.
Mientras los policías recorrían el lugar -según esa versión- habrían divisado a dos sospechosos que iban en una moto y en ese momento se habría iniciado una persecución con intercambio de disparos. En esas circunstancias habría resultado herido el adolescente, quien falleció después. Cuando se confirmó la muerte, durante la madrugada, sus familiares se presentaron en la comisaría y hubo incidentes con los agentes que se encontraban de guardia.
El fiscal Navarro Dávila ordenó la aprehensión de los cuatro policías que intervinieron en el hecho y que les realizaran estudios de alcoholemia y dermotest. Ayer a la tarde declararon en tribunales, y quedaron detenidos.
“Esto es un caso de gatillo fácil”, gritaban con bronca los vecinos de Astorga desde la entrada de Villa Cabildo, un humilde asentamiento ubicado detrás del barrio San Martín, donde el adolescente vivía y donde ayer lo estaban velando. El crimen ocurrió a dos cuadras de ese lugar y a tres de la seccional 8ª, el domingo a la noche.
Familiares de Astorga afirmaron que todos participaban del primer cumpleaños de una prima en el barrio Smata II. De ahí regresaban el adolescente y su tío cuando sucedió el hecho. “No tenemos ninguna respuesta de por qué le dispararon, no hubo pelea, ni tiroteo, ni robo”, aseguró Blanca Jiménez, tía de la víctima.
Según el relato de la mujer, la moto circulaba por el pasaje 17 de Agosto al 4.700 mientras dos patrulleros del Sistema de Emergencias 911, con cuatro policías a bordo, la perseguía. Jiménez dijo que se escucharon dos disparos. Uno de esos proyectiles hirió al adolescente en la nuca y el otro rozó el cuello de su tío, quien salió ileso.
Alertados por los disparos, varias personas se acercaron y vieron al adolescente tirado en la calle, sobre un charco de sangre. Según relataron, fueron los padres de Astorga quienes lo llevaron al hospital, donde finalmente murió.
Miedo a la Policía
“Lo dejaron abandonado”, afirmó Eduardo, un tío de Astorga que pidió reservar su apellido. “La Policía siempre molesta a la gente de acá, nos hacen de menos porque vivimos en una villa y somos pobres”, expresó el hombre, con bronca, afuera del velorio. Después del hecho, en la madruga de ayer, los vecinos fueron a protestar a la comisaría.
Natalia Moreno, una vecina de la víctima, afirmó que después de la muerte de Astorga tienen miedo de cruzarse con un uniformado. “Ahora nadie quiere salir porque está todo el barrio lleno de policías”, añadió. La mujer comentó que la familia está destruida y que necesita justicia. “Son muy buenas personas, acá todo el mundo los quiere”, agregó.
El adolescente vivía con sus padres y un hermano de 14 años. Toda la familia, al igual que la mayoría de los vecinos de Villa Cabildo, se dedica a la venta ambulante.
Un supuesto robo
El fiscal Washington Navarro Dávila contó que la versión que recibió de parte de las autoridades policiales, ayer a la mañana, indicaba que los uniformados habían llegado hasta la seccional 8ª con dos detenidos, cuando un grupo de personas les avisó que en la esquina se había producido un robo.
Mientras los policías recorrían el lugar -según esa versión- habrían divisado a dos sospechosos que iban en una moto y en ese momento se habría iniciado una persecución con intercambio de disparos. En esas circunstancias habría resultado herido el adolescente, quien falleció después. Cuando se confirmó la muerte, durante la madrugada, sus familiares se presentaron en la comisaría y hubo incidentes con los agentes que se encontraban de guardia.
El fiscal Navarro Dávila ordenó la aprehensión de los cuatro policías que intervinieron en el hecho y que les realizaran estudios de alcoholemia y dermotest. Ayer a la tarde declararon en tribunales, y quedaron detenidos.
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