25 Julio 2014
LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA
La espera se hace interminable, más cuando el frío cala hasta los huesos y se sabe que faltan varias horas hasta que logren su cometido: sacar un turno para ser atendidos en el Hospital Padilla, de esta capital. Así lo describe Silvia Elena Bermúdez, que en diálogo con LA GACETA se quejó de que para sacar un turno para una consulta tuvo que esperar buena parte de la noche, sin poder ingresar al interior del hospital.
"Tienen miedo que les robemos, yo nunca robe a nadie", se queja Bermúdez, que el lunes pasó toda la madrugada esperando por su turno, juntos a varias otras personas, que se amontonaban en sillas y cartones, para amortiguar el frío. "Hoy pasé de vuelta y vi a una mujer con un bebé, me dio mucha pena", contó, esperando que su tenga haga eco.
El director del hospital, Carlos Monteros, dijo que no es necesario pasar la noche aguardando por un turno. “Antes, el hospital cerraba a las 12. Ahora está abierto hasta las 18 y hasta esa hora se entregan turnos. No es necesario que la gente se desvele, porque puede venir incluso a la tarde. Lamentablemente, todavía hay gente, principalmente del campo, que prefiere venir de madrugada”, explicó. De todos modos, dijo que aquellos que por alguna razón vayan muy temprano al hospital pueden aguardar en sala de espera de la guardia, que está calefaccionada. Monteros dijo que los consultorios externos llegan a atender hasta 1.400 consultas por día.
"Tienen miedo que les robemos, yo nunca robe a nadie", se queja Bermúdez, que el lunes pasó toda la madrugada esperando por su turno, juntos a varias otras personas, que se amontonaban en sillas y cartones, para amortiguar el frío. "Hoy pasé de vuelta y vi a una mujer con un bebé, me dio mucha pena", contó, esperando que su tenga haga eco.
El director del hospital, Carlos Monteros, dijo que no es necesario pasar la noche aguardando por un turno. “Antes, el hospital cerraba a las 12. Ahora está abierto hasta las 18 y hasta esa hora se entregan turnos. No es necesario que la gente se desvele, porque puede venir incluso a la tarde. Lamentablemente, todavía hay gente, principalmente del campo, que prefiere venir de madrugada”, explicó. De todos modos, dijo que aquellos que por alguna razón vayan muy temprano al hospital pueden aguardar en sala de espera de la guardia, que está calefaccionada. Monteros dijo que los consultorios externos llegan a atender hasta 1.400 consultas por día.
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