Por Nicolás Iriarte
18 Agosto 2014
ACROBACIA. Erbes intenta ganar la pelota ante la marca de Lucas Pittinari durante el primer tiempo del partido de ayer. télam
¿Podrá reciclarse el tiempo? Usar minutos inútiles en la vida para un fin algo más productivo. Esa clase de preguntas es la que generaban los primeros 90 de Belgrano-Boca. El duelo terminaba y parecía que no había ni empezado. Pero en el tiempo de descuento fue cuando pudo construirse algo parecido a un partido: a los 90’ Agustín Orion le tapó una pelota trenebda a César Mansanelli y dos minutos después, Emmanuel Gigliotti capitalizó un centro desde la izquierda. ¿Conclusión? Boca ganó 1 a 0 en un partido que duró dos minutos.
Los que se jugaron antes, difícilmente puedan ser concebidos como fútbol. Belgrano, un poco más limitado que su victimario, fue hacia adelante por la sola condición de local y basó su partido en las protestas por penales inexistentes.
Quizás más enojados por el arbitraje del último partido que se jugó entre ambos en el mismo escenario cuando Carlos Maglio, sí perjudicó al “pirata”.
El equipo de Carlos Bianchi sigue navegando en la mediocridad. En el partido de los dos minutos, aprovechó la que tuvo: un centro que más que haber salido de los pies de Federico Carrizo parece haber caído del cielo.
Nada de esto pesa a la hora de determinar un ganador: Boca hizo la suya y vivirá una semana más tranquila que la que se imaginaba con el 0-0, pero que debe mejorar, debe mejorar. (Especial)
Los que se jugaron antes, difícilmente puedan ser concebidos como fútbol. Belgrano, un poco más limitado que su victimario, fue hacia adelante por la sola condición de local y basó su partido en las protestas por penales inexistentes.
Quizás más enojados por el arbitraje del último partido que se jugó entre ambos en el mismo escenario cuando Carlos Maglio, sí perjudicó al “pirata”.
El equipo de Carlos Bianchi sigue navegando en la mediocridad. En el partido de los dos minutos, aprovechó la que tuvo: un centro que más que haber salido de los pies de Federico Carrizo parece haber caído del cielo.
Nada de esto pesa a la hora de determinar un ganador: Boca hizo la suya y vivirá una semana más tranquila que la que se imaginaba con el 0-0, pero que debe mejorar, debe mejorar. (Especial)
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