“Cuando la respuesta de la escuela es el silencio, se agravan las consecuencias”

10 Septiembre 2014
“Ante una situación de violencia la escuela debe dar una respuesta inmediata, no silenciar. De lo contrario no sólo el conflicto no se va a solucionar, sino que además, con el silencio se produce un agravamiento de los síntomas y de las consecuencias”, advierte una psicóloga de la UNT, especializada en agresión en la adolescencia.

“Muchas veces los docentes tienden a minimizar los hechos de violencia que se producen en la escuela, diciendo que se trata de un juego de niños o dejando la responsabilidad de todo a la familia. Los docentes tienen hoy en día muchas herramientas para tratar de prevenir la violencia escolar. No sólo cuando se produce un hecho sino antes de que se produzca”, remarca Paola Coronel, docente de la cátedra de Teoría y Técnicas de Exploración Psicologica (Niños) de la Facultad de Psicología de la UNT.

Los espacios de tutoría son ideales para la prevención de la violencia escolar, señala Coronel. Pero también hay escuelas que además tienen lo que llaman “talleres para la paz”, destinados a reflexionar sobre el tema.

La violencia es multicausal, no hay un origen único. “Para que el acoso escolar se exprese debe haber un desequilibrio entre el que inspira el acoso y el blanco, es decir, la víctima. Esta asimetría vincular puede ser física o verbal. Pero también tiene que haber un espectador”, explica la psicóloga.

“Como sociedad nos tenemos que preguntar qué hacemos o dejamos de hacer para que esta situación se produzca. La respuesta es compleja. El bullying no es algo actual, pero se sigue dando, los chicos siguen grabando en videos y los medios los reproducen. La globalización y las nuevas tecnologías facilitan el uso de redes sociales, y los chicos la usan para eso. Es decir que hay un viaducto que sigue perpetuando la violencia en la sociedad”, reflexiona.

Los síntomas
Los chicos que son acosados por sus pares sufren distintas consecuencias que se ven reflejadas en la escuela y en la vida diaria: ausentismo, bajo rendimiento escolar, desgano, ensimismamiento, entre otros.

Muchas veces los padres no están al tanto de la situación de acoso hasta que no se produce un hecho.

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