30 Septiembre 2014
EXPERIENCIA. El DT asegura que aprendió mucho de este paso por el club y que desea volver para cambiar la historia. ARCHIVO LA GACETA / HECTOR PERALTA
Lo tenía decidido desde que el 1-1 contra Central Córdoba era cosa juzgada. “Me reuní con Oscar Mirkin y Claudio De Camilo para comunicárselo”, dice Osvaldo Bernasconi sobre la renuncia indeclinable que salió de su boca ayer antes del mediodía. “Me siento una persona de bien y cuando veo los números y la tabla... San Martín no merece estar donde está. Como lo quiero decidí renunciar y no causarle daño. Quiero agradecer a toda la CD por la oportunidad que me dio de haber dirigido al club más grande del norte argentino”, reconoció el ahora ex DT.
“Me sirvió de experiencia. Una muy grande. Siempre fue mi deseo dirigir a San Martín. De este golpe uno aprende y espero que en algún momento pueda volver a dirigir este club que quiero, que siento y que llevo muy adentro. Muchos se fueron y volvieron. No quiero ser la excepción”, se esperanzó Bernasconi sin dejar de recordar que a su estadía le faltó la siempre necesaria cuota de suerte. “Lo único que faltaba era que salga a jugar y meta los goles, porque los que erramos son imposibles de errar. Y también las chiquilinadas y errores que cometimos... Pero no hago que los jugadores se caigan o que cometan los errores. Eso es lo que menos quiero. Como responsable de este plantel el que debe dar el paso a costado soy yo”, reiteró Bernasconi.
En su partida, prefirió guardar para sí las palabras que reservó para despedir a los jugadores que él mismo pidió llegaran a La Ciudadela. “Si están en San Martín es porque se lo merecen y no me cabe ninguna duda de que lo van a seguir demostrando. El fútbol da muchas vueltas, es un subibaja. En cualquier momento los voy a volver a tener”, dijo.
Para el final Bernasconi dejó su mensaje al posible sucesor: “tendrá un gran plantel y Dios quiera que tenga la suerte que yo no tuve. La suerte de que entren los goles para verlo progresar a San Martín y vaya por el ascenso. Como club grande debe buscar ese objetivo”.
“Me sirvió de experiencia. Una muy grande. Siempre fue mi deseo dirigir a San Martín. De este golpe uno aprende y espero que en algún momento pueda volver a dirigir este club que quiero, que siento y que llevo muy adentro. Muchos se fueron y volvieron. No quiero ser la excepción”, se esperanzó Bernasconi sin dejar de recordar que a su estadía le faltó la siempre necesaria cuota de suerte. “Lo único que faltaba era que salga a jugar y meta los goles, porque los que erramos son imposibles de errar. Y también las chiquilinadas y errores que cometimos... Pero no hago que los jugadores se caigan o que cometan los errores. Eso es lo que menos quiero. Como responsable de este plantel el que debe dar el paso a costado soy yo”, reiteró Bernasconi.
En su partida, prefirió guardar para sí las palabras que reservó para despedir a los jugadores que él mismo pidió llegaran a La Ciudadela. “Si están en San Martín es porque se lo merecen y no me cabe ninguna duda de que lo van a seguir demostrando. El fútbol da muchas vueltas, es un subibaja. En cualquier momento los voy a volver a tener”, dijo.
Para el final Bernasconi dejó su mensaje al posible sucesor: “tendrá un gran plantel y Dios quiera que tenga la suerte que yo no tuve. La suerte de que entren los goles para verlo progresar a San Martín y vaya por el ascenso. Como club grande debe buscar ese objetivo”.
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