¡Paren el consumo, nace Dios!

Por Marcelo Barrionuevo.

21 Diciembre 2014
Este cuarto domingo de Adviento es la antesala inmediata de la fiesta de la Navidad. Su personaje principal es Santa María, la Madre de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre. María ocupa un lugar muy destacado en el Adviento; se puede decir que con ella comienza la presencia de Dios entre los hombres. Ella lo introduce en este mundo al secundar el proyecto redentor divino. Cuando le ángel le expone el plan de Dios y ella lo acepta, tiene lugar uno de los momentos estelares de la historia. Entonces hubo verdadero Adviento.

La iniciativa es divina, pero se lleva a cabo con la libre cooperación de esta joven hebrea. ¿Por qué nace Jesucristo de una virgen? No se trata de minusvalorar el matrimonio ni de asegurar la filiación divina de Cristo. Se trata de que quede patente, como recuerda san Pablo en la 2ª lectura de hoy, que la salvación del mundo es obra exclusiva de “Cristo Jesús, revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en los escritos proféticos”. La salvación se produce donde humanamente no cabe esperar nada: el nacimiento del Salvador se nos da del seno virginal de María. Desde la lógica de Dios que se revela en la Sagrada Escritura, esto no expresa otra cosa que el carácter gratuito de la salvación ofrecida por Dios a la humanidad.

El misterio de la gracia de Dios que se realizó en María nos recuerda la importancia de nuestra colaboración con el proyecto divino de salvación. La Virgen se nos muestra como la esclava del Señor, la que no tiene planes personales al margen de los de Dios, la que se pone a su entera disposición: “Hágase en mí según tu palabra”. “De que tú y yo nos portemos como Dios quiere, no lo olvides, dependen muchas cosas grandes”, decía San Josemaría Escrivá.

Se aproxima la Noche Buena, y lo que verdaderamente importa es que nace Dios, no el consumo del regalo. Hoy la nueva religión es el consumo, es la búsqueda de satisfacer el sentido de la vida por las cosas que compramos. Dios se hizo hombre para darnos la dignidad de ser sus hijos, pero el hombre moderno busca su dignidad solo por lo que compra. Se es más o menos por la que se tiene. Hemos desvirtuado el justo valor de las cosas.

Nace Dios; volvamos a este Niño que se hace débil y pequeño para que no le tengamos miedo. Que la Noche Buena que se aproxima nos encuentre en paz de conciencia y en serenidad de espíritu. Le pidamos a Él que nos fortifique en la fe y en la caridad, signos elocuentes del verdadero sentido de esta fiesta religiosa.

MISAS EN LA CATEDRAL

• Nochebuena: a las 21

• Navidad: a horas 12, 19, 20.30 y 21.30

Temas Santa María
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