El volcán se activó otra vez en Barcelona

Messi puso en duda su futuro en el club y admitió que le gustaría jugar con Ronaldo. Ignacio Naya | DPA

CON ANTONELLA. Messi lució un traje vinotinto de Dolce & Gabbana y un chaleco del mismo color. Todos hablan de su look. REUTERS CON ANTONELLA. Messi lució un traje vinotinto de Dolce & Gabbana y un chaleco del mismo color. Todos hablan de su look. REUTERS
13 Enero 2015
ZÚRICH.- Lionel Messi puso el volcán de Barcelona otra vez en erupción al pasar en pocas horas de doctor Jekyll a Mister Hyde y poner en duda su continuidad en el club. “No sé qué va a pasar. No sé donde estaré el año que viene”, dijo el rosarino antes de la gala de la FIFA donde se entregará el Balón de Oro 2014. “Siempre dije que quería terminar en Newell’s, pero nunca se sabe el futuro. En el fútbol pueden pasar tantas cosas”, advirtió. La frase fue recibida con sorpresa por los periodistas y puso punto y final a una reveladora rueda de prensa junto a los otros dos candidatos, Manuel Neuer y Cristiano Ronaldo.

No en vano, Messi había dicho exactamente lo contrario el domingo después del partido ante Atlético de Madrid. “No tengo intención de irme a ningún sitio”, aseguró el delantero de 27 años a la televisión del club, tras una turbulenta semana en Barcelona.

Según la emisora de radio catalana “RAC 1”, Chelsea se contactó con su padre, Jorge Messi, para evaluar su posible fichaje por el club de inglés.

La victoria por 3-1 ante el Atlético en Liga, con un Messi estelar, serenó las aguas en Barcelona y descargó de presión al delantero, al que la prensa señaló de nuevo como medida de todas las cosas en el equipo azulgrana. “Todopoderoso Messi”, tituló “El País”, que añadió: “Nadie se jugaba más que él en el partido. Y fue más Messi que nunca”.

Messi llegó a Barcelona con 13 años y nunca jugó profesionalmente en otro equipo. Con él en plenitud, el club azulgrana vivió los mejores años de su historia, en los que no sólo conquistó títulos sino que maravilló por su juego.

Su salida del conjunto catalán parecía imposible hasta hace poco. Messi siempre había asegurado que después de Barcelona quería retirarse jugando en Newell’s.

Sin embargo, en las últimas temporadas, después de verse envuelto en problemas con el fisco español, Messi empezó a mostrarse ambiguo sobre su futuro. En Zúrich fue incluso más allá, al poner en duda su continuidad la próxima temporada, pese a que Barcelona no se puede reforzar hasta enero de 2016 por una sanción de la FIFA por el fichaje irregular de futbolistas menores. Incluso hasta se animó a pensar en formar una temible dupla ofensiva con Ronaldo, con quien disputa el Balón de Oro desde 2008. “Siempre me gusta jugar con los mejores. Obviamente que sí me gustaría (jugar con Cristiano)”, señaló el atacante de 27 años. Después de su última respuesta, esa remota posibilidad está algo más cerca.

No importa si gana o si el premio se lo lleva otro. Lionel Messi nunca pasa inadvertido en la fiesta que anualmente organiza la FIFA para premiar al mejor futbolista del año. Su primera aparición fue en 2007 (ese año el torneo de lo llegó Kaká, escoltado por Cristiano Ronaldo) y al año siguiente quedó segundo en la votación, superado por el portugués. En 2009 ganó el primero de los cuatro balones de oro y se presentó con una vestimenta clásica.

A partir de 2010 comenzó a sorprender su estilo. De terciopelo, a lunares o de color bordó siempre da para hablar.

En la alfombra roja, el crack de Barcelona mostró ayer su nuevo smoking, con un color similar al del año pasado, aunque un poco más sobrio: un traje vinotinto de Dolce & Gabbana y un chaleco del mismo color.

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