22 Enero 2015
SIEMPRE ESTÁ. Messi festeja el 1-0 de Barcelona frente a Atlético Madrid. El crack Argentino sufrió un poquito para convertir, ya que el arquero Oblak le atajó su penal, pero no pudo con el rebote. REUTERS
Imaginar un duelo de muchos goles cuando en frente está Atlético Madrid es casi un sueño de verano. Difícilmente los madrileños cedan espacios, más cuando en frente está un Barcelona que suele ser letal de tres cuartos de cancha hacia adelante.
Algo de eso se vio ayer en el Camp Nou, en lo que fue el duelo de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Fue 1-0 a favor del dueño de casa, gracias a que Lionel Messi no le sacó nunca la vista a la pelota después de que fallará un intento de penal. La “Pulga” fue el que originó la sentencia, tras un tiro libre bajo y una falta a Sergio Busquets. Fue él quien tomó el balón y encaró al buen arquero Oblak. Eligió disparar casi al medio. Oblak anticipó la idea del 10, pero se pasó de largo. Tocó el balón y éste le quedó servido al crack argentino para que abra un resultado que parecía inamovible.
El mérito, hasta el 1-0 de Messi, fue del “Aleti”, logró frenar a los arietes “Culés”. Su táctica, a veces aburrida y poco vistosa, pero súper efectiva, fue bloquear los caminos.
Cerró su área con cuatro defensor, paró unos metros adelante cuatro escudos más y cimentó su propio cuello de botella con otros dos futbolistas.
O sea, cuando Barcelona atacaba, Atlético Madrid defendía en 20 metros con sus 11 hombres. Entonces, el encuentro se tornó un monólogo del dueño de casa.
Messi, Neymar, Luis Suárez y Andrés Iniesta no gravitaron en demasía. Suárez fue quien pudo haber abierto antes el partido, justo cuando el primer tiempo se despedía. El croata Rakitic le sirvió el 1-0 parcial con un globo perfecto pero el uruguayo se apuró y definió en soledad por arriba. Ya en el complemento fue Iniesta el que probó con un disparo rasante, pero nada.
Cuando el 0-0 era un hecho, Messi tuvo la doble chance. Falló la primera, no la segunda. Justo él, que ante el “Colchonero” lleva marcados 22 goles en 20 partidos. Final y a esperar la revancha.
Algo de eso se vio ayer en el Camp Nou, en lo que fue el duelo de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Fue 1-0 a favor del dueño de casa, gracias a que Lionel Messi no le sacó nunca la vista a la pelota después de que fallará un intento de penal. La “Pulga” fue el que originó la sentencia, tras un tiro libre bajo y una falta a Sergio Busquets. Fue él quien tomó el balón y encaró al buen arquero Oblak. Eligió disparar casi al medio. Oblak anticipó la idea del 10, pero se pasó de largo. Tocó el balón y éste le quedó servido al crack argentino para que abra un resultado que parecía inamovible.
El mérito, hasta el 1-0 de Messi, fue del “Aleti”, logró frenar a los arietes “Culés”. Su táctica, a veces aburrida y poco vistosa, pero súper efectiva, fue bloquear los caminos.
Cerró su área con cuatro defensor, paró unos metros adelante cuatro escudos más y cimentó su propio cuello de botella con otros dos futbolistas.
O sea, cuando Barcelona atacaba, Atlético Madrid defendía en 20 metros con sus 11 hombres. Entonces, el encuentro se tornó un monólogo del dueño de casa.
Messi, Neymar, Luis Suárez y Andrés Iniesta no gravitaron en demasía. Suárez fue quien pudo haber abierto antes el partido, justo cuando el primer tiempo se despedía. El croata Rakitic le sirvió el 1-0 parcial con un globo perfecto pero el uruguayo se apuró y definió en soledad por arriba. Ya en el complemento fue Iniesta el que probó con un disparo rasante, pero nada.
Cuando el 0-0 era un hecho, Messi tuvo la doble chance. Falló la primera, no la segunda. Justo él, que ante el “Colchonero” lleva marcados 22 goles en 20 partidos. Final y a esperar la revancha.