Un enfrentamiento entre hinchas y policías dejó 22 muertos en Egipto

La batalla sucedió en las afueras de un estadio en El Cairo.

SIN FIN. Desde hace tres años se suceden los enfrentamientos en las canchas egipcias. REUTERS SIN FIN. Desde hace tres años se suceden los enfrentamientos en las canchas egipcias. REUTERS
08 Febrero 2015
EL CAIRO, Egipto.- Al menos 22 personas murieron en la noche del domingo en enfrentamientos en las afueras de un estadio de fútbol en El Cairo, informó la oficina del fiscal público.

Testigos aseguraron que las víctimas perecieron aplastadas en una estampida cuando la policía lanzó gases lacrimógenos para disolver a una multitud que intentaba acceder por la fuerza al estadio, a pesar de que tenían prohibida la entrada.

El incidente ocurrió en un encuentro entre dos clubes de la capital de Egipto, Zamalek y Enppi. La policía usó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, dijeron las fuerzas de seguridad. El Ministerio de Salud informó de 20 personas heridas, pero no confirmó que hubiera muertos.

Médicos de un hospital dijeron a Reuters inicialmente que hubo 14 muertos, todos ellos por asfixia. "Un gran número de seguidores del club Zamalek fueron al Estadio de la Defensa Aérea para asistir al partido (...) e intentaron entrar a la fuerza por las puertas del estadio, lo que hizo que las tropas evitaran que siguiera el asalto", afirmó el Ministerio del Interior en un comunicado, sin ofrecer más detalles.

Egipto ha reducido la cantidad de personas que pueden entrar a los partidos de fútbol desde un enfrentamiento en un estadio en Port Said en febrero de 2012, en el que perdieron la vida más de 70 hinchas.

Desde entonces, los grupos de aficionados han intentado entrar a menudo por la fuerza a los campos a los que tienen prohibido acceder.

Las relaciones entre las fuerzas de seguridad y los grupos de hinchas como Ultras Ahlawy, seguidores del Al-Ahly, y los Caballeros Blancos Ultras de Zamalek, han sido tensas desde el levantamiento popular de 2011 que acabó con el gobierno de Hosni Mubarak, y en el que los grupos ultras jugaron un destacado papel.

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