13 Febrero 2015
BRASILIA.- La actividad económica brasileña cerró el año pasado con una retracción de un 0,15% frente a 2013, anunció ayer el Banco Central de Brasil.
Este es el primer resultado negativo del Índice de Actividad Económica de Brasil (IBC-BR) registrado en el país desde 2009, cuando, en el auge de la crisis financiera internacional, hubo una baja de un 1,25%.
El IBC-BR, medido por el Banco Central, está considerado por analistas como una especie de previa del desempeño del Producto Interno Bruto (PIB), calculado por otro organismo estatal, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que lo divulgará el 27 de marzo.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff calcula que el PIB de Brasil cerró 2014 con una leve expansión, de un 0,5%; mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el crecimiento fue aún más modesto, de un 0,3%.
Una fuerte caída en la confianza empresarial y de los consumidores durante el primer mandato de la presidenta izquierdista Dilma Rousseff afectó la inversión, lo que ha hecho tambalear a la otrora pujante economía brasileña.
Para recuperar la confianza de los mercados, la mandataria se ha comprometido en su segundo mandato a dejar atrás algunas de las políticas intervencionistas que asustaron a los inversionistas.
Rousseff ha empezado a controlar el gasto y aumentado los impuestos para poner en orden las cuentas fiscales de Brasil, un ajuste que se espera siga poniendo freno a la actividad económica durante este año. A esto se suma la caída del valor del real.
La inminente amenaza de un generalizado racionamiento de agua y energía y unas mayores tasas de interés también podrían perjudicar a una economía que creció a un ritmo mayor de un 4% anual en la década pasada.
En ese marco, el estatal Banco do Brasil SA fijará un objetivo de crecimiento para su cartera de crédito en línea con sus rivales, en una señal de que el mayor banco del país por activos busca proteger sus beneficios cuando la economía está en riesgo de una recesión. El banco dijo ayer que los préstamos podrían crecer entre un 7% y un 11% este año, algo más que sus rivales del sector privado Itaú Unibanco Holding SA y Banco Bradesco SA.
A su vez, la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (Conab) recortó el pronóstico para la cosecha de soja 2014-2015, a 94,6 millones de toneladas, comparado con las 95,9 millones de toneladas calculadas en enero, a raíz del daño provocado por la sequía.
Por último, el nuevo presidente ejecutivo de la petrolera Petrobras planea recortar inversiones, vender activos y podría listar en bolsa algunas de las unidades de la firma controlada por el Estado para recaudar dinero y reducir la deuda. (DPA-Reuters)
Este es el primer resultado negativo del Índice de Actividad Económica de Brasil (IBC-BR) registrado en el país desde 2009, cuando, en el auge de la crisis financiera internacional, hubo una baja de un 1,25%.
El IBC-BR, medido por el Banco Central, está considerado por analistas como una especie de previa del desempeño del Producto Interno Bruto (PIB), calculado por otro organismo estatal, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que lo divulgará el 27 de marzo.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff calcula que el PIB de Brasil cerró 2014 con una leve expansión, de un 0,5%; mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el crecimiento fue aún más modesto, de un 0,3%.
Una fuerte caída en la confianza empresarial y de los consumidores durante el primer mandato de la presidenta izquierdista Dilma Rousseff afectó la inversión, lo que ha hecho tambalear a la otrora pujante economía brasileña.
Para recuperar la confianza de los mercados, la mandataria se ha comprometido en su segundo mandato a dejar atrás algunas de las políticas intervencionistas que asustaron a los inversionistas.
Rousseff ha empezado a controlar el gasto y aumentado los impuestos para poner en orden las cuentas fiscales de Brasil, un ajuste que se espera siga poniendo freno a la actividad económica durante este año. A esto se suma la caída del valor del real.
La inminente amenaza de un generalizado racionamiento de agua y energía y unas mayores tasas de interés también podrían perjudicar a una economía que creció a un ritmo mayor de un 4% anual en la década pasada.
En ese marco, el estatal Banco do Brasil SA fijará un objetivo de crecimiento para su cartera de crédito en línea con sus rivales, en una señal de que el mayor banco del país por activos busca proteger sus beneficios cuando la economía está en riesgo de una recesión. El banco dijo ayer que los préstamos podrían crecer entre un 7% y un 11% este año, algo más que sus rivales del sector privado Itaú Unibanco Holding SA y Banco Bradesco SA.
A su vez, la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (Conab) recortó el pronóstico para la cosecha de soja 2014-2015, a 94,6 millones de toneladas, comparado con las 95,9 millones de toneladas calculadas en enero, a raíz del daño provocado por la sequía.
Por último, el nuevo presidente ejecutivo de la petrolera Petrobras planea recortar inversiones, vender activos y podría listar en bolsa algunas de las unidades de la firma controlada por el Estado para recaudar dinero y reducir la deuda. (DPA-Reuters)