Indiferentes a lo que no se ve

El municipio culpa a la Provincia por no haber hecho las obras en el canal Sur. Esta dice que espera que se apruebe el proyecto y culpa a los productores que desmontan. Los expertos culpan a los políticos por permitir la urbanización descontrolada y la extensión de la frontera agrícola. Pero todo es palabrerío. Lo real es el resultado de lo que no se hizo o se hizo mal. Hace 16 años a Bruno Barbaglia se lo tragó el canal Sur, el mismo que hace tres meses se llevó al peregrino Franco Núñez. En estos años de abundancia se hicieron obras pero no planes ni prevención. Y como las obras invisibles no entran en la agenda política, los funcionarios son indiferentes a lo que no se ve. Apenas parchan con ayudas que ellos ni siquiera pagan, porque después el sol secará el agua y sus conciencias. Y nadie se lo reclamará.

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