15 Abril 2015
Tucumán podría tener un programa de control de consumo de drogas de abuso en conductores de vehículos, si es que los legisladores aprueban en la próxima sesión un proyecto de ley que fue presentado en octubre del año pasado.
La propuesta, que pertenece a la legisladora Marta Zurita, ya tiene dictamen favorable en la comisión de Acciones Preventivas y Asistenciales de las Adicciones. En la sesión legislativa del martes, Zurita recordó este proyecto y pidió a los legisladores tratarlo cuanto antes. La preocupación surgió después de leer el informe de LA GACETA del domingo, en el cual se reflejó lo que sucede en las salas de emergencias, donde se duplicaron en tres años los casos de heridos en accidentes de tránsito que habían consumido drogas.
El informe también dejaba en claro que mientras aumentan los controles de alcoholemia, e incluso planean una ley de tolerancia cero, en las rutas y calles tucumanas no se detecta ni se sanciona a quienes conducen drogados.
“Es una situación que me aflige mucho porque veo con frecuencia que están aumentando los accidentes en los que los conductores están drogado. Por eso hicimos este proyecto de ley. Por un lado, el control de alcoholemia le hizo muy bien a la provincia, pero falta una pata: hay que controlar también la droga al volante”, comentó la legisladora Zurita.
Pupilas y saliva
El proyecto propone que en los mismos procedimientos de Transporte se pueda detectar la presencia de drogas a través de personal médico capacitado de dos maneras: primero, mediante un test de pupilas y, luego, por medio de un test de saliva. “Se trata de un control no invasivo en el cual se utiliza material estéril y descartable”, detalló.
Zurita reconoce que el cuestionamiento de su proyecto tiene que ver con que los materiales que se necesitan son muy costosos. “Sin embargo, está previsto en la ley que lo que se recaude con las multas será utilizado exclusivamente para la compra de los insumos necesarios”, precisó.
“Este proyecto ya tiene el consenso de muchos expertos del Siprosa y de otros organismos. Es muy necesario aprobarlo porque estamos hablando de salvar vidas, y no sólo de los conductores que estén bajo los efectos de las drogas, sino también de los terceros que pueden ser afectados por un accidente de tránsito.
Según un estudio realizado recientemente en la sala de emergencias del Hospital Padilla, dos de cada 10 pacientes que ingresan al servicio de urgencias han consumido sustancias psicoactivas. La investigación muestra que la mayoría de las consultas en las que aparecen las drogas son por accidentes de tránsito (45%). El alcohol se ve en el 80% de los casos, luego se observa el uso de marihuana (19,5 %) los ansiolíticos, sedantes y tranquilizantes (12 % ), la cocaína (9 %) y la pasta base (6%).
La propuesta, que pertenece a la legisladora Marta Zurita, ya tiene dictamen favorable en la comisión de Acciones Preventivas y Asistenciales de las Adicciones. En la sesión legislativa del martes, Zurita recordó este proyecto y pidió a los legisladores tratarlo cuanto antes. La preocupación surgió después de leer el informe de LA GACETA del domingo, en el cual se reflejó lo que sucede en las salas de emergencias, donde se duplicaron en tres años los casos de heridos en accidentes de tránsito que habían consumido drogas.
El informe también dejaba en claro que mientras aumentan los controles de alcoholemia, e incluso planean una ley de tolerancia cero, en las rutas y calles tucumanas no se detecta ni se sanciona a quienes conducen drogados.
“Es una situación que me aflige mucho porque veo con frecuencia que están aumentando los accidentes en los que los conductores están drogado. Por eso hicimos este proyecto de ley. Por un lado, el control de alcoholemia le hizo muy bien a la provincia, pero falta una pata: hay que controlar también la droga al volante”, comentó la legisladora Zurita.
Pupilas y saliva
El proyecto propone que en los mismos procedimientos de Transporte se pueda detectar la presencia de drogas a través de personal médico capacitado de dos maneras: primero, mediante un test de pupilas y, luego, por medio de un test de saliva. “Se trata de un control no invasivo en el cual se utiliza material estéril y descartable”, detalló.
Zurita reconoce que el cuestionamiento de su proyecto tiene que ver con que los materiales que se necesitan son muy costosos. “Sin embargo, está previsto en la ley que lo que se recaude con las multas será utilizado exclusivamente para la compra de los insumos necesarios”, precisó.
“Este proyecto ya tiene el consenso de muchos expertos del Siprosa y de otros organismos. Es muy necesario aprobarlo porque estamos hablando de salvar vidas, y no sólo de los conductores que estén bajo los efectos de las drogas, sino también de los terceros que pueden ser afectados por un accidente de tránsito.
Según un estudio realizado recientemente en la sala de emergencias del Hospital Padilla, dos de cada 10 pacientes que ingresan al servicio de urgencias han consumido sustancias psicoactivas. La investigación muestra que la mayoría de las consultas en las que aparecen las drogas son por accidentes de tránsito (45%). El alcohol se ve en el 80% de los casos, luego se observa el uso de marihuana (19,5 %) los ansiolíticos, sedantes y tranquilizantes (12 % ), la cocaína (9 %) y la pasta base (6%).
Temas
Hospital Padilla