16 Julio 2015
LA GACETA
El juez de Nueva York Thomas Griesa permitió que los holdouts puedan sumar nuevas demandas contra la Argentina, para ser consideradas en el juicio por pari passu.
Los fondos buitre habían pedido que se incorporara al Bonar 2024, el título que emitió por última vez Axel Kicillof en abril pasado (colocación express en un día consiguiendo 1.400 millones de dólares), algo que ahora se sumará a la lista. Los acreedores dicen que ese título es "endeudamiento externo y por tanto se aplica el fallo por pari passu" al haberse vendido en el exterior. Economía niega ese argumento y dice que al ser un bono con ley local, debe regirse por la Justicia argentina.
Si bien en el comunicado difundido hoy por Griesa no se menciona el nombre de ningún bono argentino, Infobae confirmó de fuentes de los acreedores que está resolución del juez les abre la puerta para sumar el Bonar y pedir que se bloqueen sus pagos.
Si bien hay margen para que algún acreedor pida por otros bonos (renace miedo por los Bodenes) en los escritos que presentaron los holdouts siempre hablaron del Bonar y se cuidaron de no nombrar al Boden.
Eso quizás porque sería la última carta en la manga para presionar al país a que se llegue a un arreglo. Paul Singer, la cara visible de los fondos buitre, dijo que no necesita un pago en efectivo de la Argentina sino que tomaría bonos. Claro, sin que se le aplique un descuento como quiere el Gobierno.
El Bonar fue un título que se emitió inicialmente para compensar a Repsol por la expropiación de YPF. En mayo de 2014, el Gobierno emitió u$s 3.250 millones de Bonar 24. Ese acuerdo fue aceptado por la petrolera española sólo porque tenía ya arreglado que esos bonos iban a ser comprados inmediatamente por JPMorgan.
Esos bonos pasaron por Euroclear, o sea la compensadora de Europa para girar los bonos y el dinero. Los títulos pasaron de Repsol a JPMorgan Securities en Londres y de ahí a los inversores. El banco estadounidense no se quedó con esos títulos sino que los vendió entre clientes y el mercado en general.
En diciembre de 2014, la Argentina emitió aproximadamente otros u$s 650 millones adicional de Bonar 2024. Aproximadamente u$s380 millones de estos bonos se ofrecieron en el canje del Boden 2015 mientras que el resto fue emisión nueva.
En la última operación, en donde el Gobierno recolectó 1.400 millones de dólares, dicen los fondos, actuaron las mesas de dinero del Deustche Bank (un secreto a voces que para comprar Bonar 24 desde el exterior había que pasar por esa entidad) y el BBVA. Casi la totalidad de ese dinero provino de inversores del exterior.
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