La estela griega puede afectar a España y a Italia

La eurozona aprobó continuar las conversaciones con Grecia con el fin de otorgarle un nuevo “rescate” financiero y el Banco Central Europeo (BCE) decidió aumentar su asistencia crediticia al endeudado país, un día después de que su parlamento aprobara un duro ajuste exigido por los acreedores externos. Otros socios del bloque están comprometidos por su deuda.

AL RITMO DE GRECIA. Las ayudas fueron una recompensa para el primer ministro griego Alexis Tsipras, que obtuvo el respaldo a las medidas de ajuste. reuters AL RITMO DE GRECIA. Las ayudas fueron una recompensa para el primer ministro griego Alexis Tsipras, que obtuvo el respaldo a las medidas de ajuste. reuters
17 Julio 2015

John Geddie | Agencia Reuters

LONDRES.- Con 86.000 millones de euros, el último paquete de rescate para Grecia es menos que un 10 por ciento de la suma que España e Italia necesitan tomar prestado de los mercados antes de finales de 2017. Los problemas de deuda de la zona euro están lejos de acabar. Tras la solución temporal para Atenas, los banqueros de deuda soberana ponen su atención en el tamaño de las necesidades de refinanciación en otros países endeudados del bloque a medida que cambia el ciclo de tipos de interés y se retira el apoyo de las compras del banco central en poco más de un año.

Ninguno predice que los inversores eviten a países como España e Italia al igual que lo han hecho con Grecia. Pero existe riesgo de que pidan un mayor interés en un momento en que ambas naciones pasan apuros para que sus deudas vuelvan a una senda sostenible.

Algunos inversores incluso prevén una situación en la que los costos de financiación y la recuperación económica del bloque sean tan desiguales que el Banco Central Europeo (BCE) tenga que prolongar su esquema de medidas no convencionales (QE) más allá de su vencimiento para septiembre de 2016. “La reducción de la (ratio) deuda/PBI y las reformas estructurales puede que no hayan ocurrido lo suficientemente rápido en países como Italia, mientras que en el resto de la zona euro avanza muy bien”, dijo Neil Murray, jefe europeo de renta fija en Aberdeen Asset Management.

“En ese caso, necesitaremos más programas QE”, añadió.

En Italia, donde los datos mostraron una deuda pública en un máximo de 2,2 billones de euros esta semana, el Gobierno tiene que refinanciar 635.000 millones de euros en bonos para finales de 2017, un tercio de su deuda sin pagar. España tiene que lidiar con 351.000 millones de euros en el mismo periodo, también alrededor de un tercio de sus deudas.

El apetito inversor por esta deuda se ha visto ayudado hasta ahora por una serie de medidas de relajación monetaria que llevaron los costos de financiación a 10 años a mínimos récord de alrededor de un 1% en marzo.

Pero incluso con las medidas no convencionales del BCE en pleno funcionamiento, los rendimientos de la deuda han subido unos 100 puntos básicos en los últimos meses -una tendencia que preocupa a los banqueros que organizan las subastas de bonos soberanos-.

“Es un mercado donde la cantidad bruta emitida es mucho mayor que en el pasado y las tasas están aumentando”, dijo un banquero bajo condición de anonimato. “Hemos estado en este círculo virtuoso y ahora llega su fin”, añadió.

A través del intercambio de bonos y la emisión de deuda a mayor plazo, España e Italia han aprovechado esta financiación barata para extender el vencimiento medio de su deuda y suavizar futuras acumulaciones. También ha reducido de forma marginal el costo general del servicio de la deuda estatal, pero no lo suficiente para estabilizar sus deudas.

Para que una nación logre esto, la suma de las tasas de crecimiento e inflación deben ser iguales al costo del servicio de la deuda expresado como un porcentaje del PIB a menos que el país pueda lograr superávit presupuestario antes de pagos de intereses para cubrirlo. Las previsiones de la OCDE muestran que para finales de año, los ratios de deuda de ambos países seguirán creciendo.

Esto es importante porque sin el efecto suavizante del dinero barato del banco central, los inversores comenzarían a prestar atención de nuevo a los fundamentos económicos y exigir una prima mayor para aquellos que no han logrado poner orden en sus cuentas.

Ningún otro banco central ha sido capaz hasta ahora de detener el QE sólo después de la primera ronda, y para estrategas como Andrew Milligan, de Standard Life, la divergencia económica en el bloque alentará al BCE a continuar con su programa.

“Se ha permitido que se acumulen cantidades muy considerables de deuda”, dijo Milligan.

“Tradicionalmente, esto se soluciona con impagos, inflación, devaluación de la divisa o un entorno de rápido crecimiento - todo ello extremadamente difícil para Europa”, puntualizó.

Publicidad
Comentarios