04 Agosto 2015
LA RIOJA.- A 38 años de su asesinato, disfrazado por la dictadura militar como un accidente automovilístico, el obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, representa una de las pocas figuras de la Iglesia Católica que por no prestar su complicidad a las acciones del terrorismo de Estado, pagó con su vida los crímenes que denunciaba.
El reconocimiento a un luchador en defensa de los pobres y a su permanente postura contra los crímenes de la dictadura militar, llegó oficialmente en 2009, al declararse por ley del Congreso Nacional al 4 de agosto "Día de la conmemoración de la obra realizada por Monseñor Enrique Angelelli" y encomendarse al Ministerio de Educación que su obra sea difundida en las escuelas.
El 4 de agosto de 1976, Angelelli fue asesinado bajo la carátula oficial de "accidente automovilístico", pero días antes, en El Chamical, el párroco francés Gabriel Longueville y el sacerdote Carlos de Dios Murias fueron secuestrados y sus cuerpos fusilados aparecieron en un descampado de la ciudad, convirtiéndose así en las primeras víctimas religiosas de la dictadura militar.
La muerte de Angelelli se produjo cuando la camioneta en la que viajaba hacia Buenos Aires acompañado por el cura Arturo Pinto, con una carpeta en la que llevaba las denuncias por la muerte de los sacerdotes, volcó al ser interceptado en la ruta por otro vehículo.
El cuerpo del obispo apareció extendido en cruz sobre el asfalto boca arriba y con un fuerte golpe en la nuca, a unos 25 metros del vehículo, en tanto que el sacerdote logró sobrevivir y la carpeta nunca se pudo recuperar.
El 4 de julio de 2014, los represores Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella fueron condenados a prisión perpetua en cárcel común e inhabilitación absoluta perpetua, por el asesinato del obispo.
Angelelli nació en Córdoba el 17 de julio de 1923, fue ordenado sacerdote en Italia y en 1961, por decisión del papa Juan XXIII, fue designado obispo auxiliar de Córdoba donde se formó en contacto con obreros, campesinos y marginados, en oposición a la jerarquía eclesiástica.
En 1968 fue designado por el papa Pablo VI, titular de la diócesis de La Rioja, desde donde predicaba los principios dictados por el Concilio Vaticano II que representaba la opción por los pobres.
Un año antes, se había dado a conocer el documento en el que 18 obispos, encabezados por el brasileño Helder Cámera, donde se sentaron las bases del Movimiento de Sacerdotes el Tercer Mundo, al que Angelelli adhirió junto a Carlos Mugica, Vicente Zaspe y otros, y que denunciaba la situación de explotación en la que vivían los pueblos subdesarrollados y responsabilizaba a los países industrializados. (Télam)
El reconocimiento a un luchador en defensa de los pobres y a su permanente postura contra los crímenes de la dictadura militar, llegó oficialmente en 2009, al declararse por ley del Congreso Nacional al 4 de agosto "Día de la conmemoración de la obra realizada por Monseñor Enrique Angelelli" y encomendarse al Ministerio de Educación que su obra sea difundida en las escuelas.
El 4 de agosto de 1976, Angelelli fue asesinado bajo la carátula oficial de "accidente automovilístico", pero días antes, en El Chamical, el párroco francés Gabriel Longueville y el sacerdote Carlos de Dios Murias fueron secuestrados y sus cuerpos fusilados aparecieron en un descampado de la ciudad, convirtiéndose así en las primeras víctimas religiosas de la dictadura militar.
La muerte de Angelelli se produjo cuando la camioneta en la que viajaba hacia Buenos Aires acompañado por el cura Arturo Pinto, con una carpeta en la que llevaba las denuncias por la muerte de los sacerdotes, volcó al ser interceptado en la ruta por otro vehículo.
El cuerpo del obispo apareció extendido en cruz sobre el asfalto boca arriba y con un fuerte golpe en la nuca, a unos 25 metros del vehículo, en tanto que el sacerdote logró sobrevivir y la carpeta nunca se pudo recuperar.
El 4 de julio de 2014, los represores Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella fueron condenados a prisión perpetua en cárcel común e inhabilitación absoluta perpetua, por el asesinato del obispo.
Angelelli nació en Córdoba el 17 de julio de 1923, fue ordenado sacerdote en Italia y en 1961, por decisión del papa Juan XXIII, fue designado obispo auxiliar de Córdoba donde se formó en contacto con obreros, campesinos y marginados, en oposición a la jerarquía eclesiástica.
En 1968 fue designado por el papa Pablo VI, titular de la diócesis de La Rioja, desde donde predicaba los principios dictados por el Concilio Vaticano II que representaba la opción por los pobres.
Un año antes, se había dado a conocer el documento en el que 18 obispos, encabezados por el brasileño Helder Cámera, donde se sentaron las bases del Movimiento de Sacerdotes el Tercer Mundo, al que Angelelli adhirió junto a Carlos Mugica, Vicente Zaspe y otros, y que denunciaba la situación de explotación en la que vivían los pueblos subdesarrollados y responsabilizaba a los países industrializados. (Télam)