16 Agosto 2015
NO ALCANZÓ. Muruaga busca la bandeja; el escolta anotó 23 puntos en la derrota. la gaceta / foto de diego aráoz
El derrumbe que sufrió Tucumán durante el debut en el Campeonato Argentino de Mayores ante Mendoza podría terminar por destruir el sueño de disputar el Final Four en casa, la semana que viene. El seleccionado cayó en cancha de Tucumán BB en los últimos segundos por 90 a 88 ante los cuyanos y ahora no depende de sí mismo para clasificar.
Como cualquier derrumbe, sucedió sobre una estructura edificada, tal como lo fue la diferencia que había sacado el equipo dirigido por Mario Vildoza en el primer cuarto. El triunfo parcial llegó a ser de 12 puntos gracias a una tarea ordenada de casi todos sus iniciales ya que Rafael Banegas Reyes sufrió una lesión en el tobillo que lo marginó para todo el partido antes de los tres minutos.
Leandro Vildoza ocupó el lugar del base y lo hizo con suficiencia, al igual que el resto de sus compañeros en esa primera manga. Los problemas para el local comenzaron a partir del segundo cuarto.
Más allá de que Tucumán mantenía la ventaja, se notaba que iba perdiendo de a poco el método que lo había llevado a ponerse al frente con tanta solvencia.
Ya en la segunda mitad, los roles que se habían empezado a invertir (Mendoza más enfocado y Tucumán desprolijo) se terminaron por afianzar. Los cuyanos consiguieron ponerse al frente por primera vez en el partido.
Para colmo, José Muruaga y Jerónimo Solórzano se ausentaron en esa etapa y dejaron al equipo casi sin goleo. Del otro lado, Andrés Berman y Ariel Ramos comenzaban a arrancar motores.
Mendoza incluso llegó a ganar por nueve faltando la mitad del último cuarto pero con garra, pudo darlo vuelta y se puso al frente por cuatro faltando dos minutos. Los problemas seguían latentes por lo que retomó la ventaja y pese a que “Pepito” reapareció con un kilométrico triple para empatar en 88, Grenni sentenció el juego con un doble a falta de cuatro segundos.
El panorama para Tucumán ahora es el siguiente: necesita que hoy a las 19.30 en el mismo escenario, Buenos Aires derrote a su verdugo para que mañana, en la última fecha, defina la clasificación al Final Four. Si los cuyanos ganan, clasificarán automáticamente pero el local no debe deprimirse: deberá ganar su último partido de todas maneras para evitar jugar por el descenso.
Como cualquier derrumbe, sucedió sobre una estructura edificada, tal como lo fue la diferencia que había sacado el equipo dirigido por Mario Vildoza en el primer cuarto. El triunfo parcial llegó a ser de 12 puntos gracias a una tarea ordenada de casi todos sus iniciales ya que Rafael Banegas Reyes sufrió una lesión en el tobillo que lo marginó para todo el partido antes de los tres minutos.
Leandro Vildoza ocupó el lugar del base y lo hizo con suficiencia, al igual que el resto de sus compañeros en esa primera manga. Los problemas para el local comenzaron a partir del segundo cuarto.
Más allá de que Tucumán mantenía la ventaja, se notaba que iba perdiendo de a poco el método que lo había llevado a ponerse al frente con tanta solvencia.
Ya en la segunda mitad, los roles que se habían empezado a invertir (Mendoza más enfocado y Tucumán desprolijo) se terminaron por afianzar. Los cuyanos consiguieron ponerse al frente por primera vez en el partido.
Para colmo, José Muruaga y Jerónimo Solórzano se ausentaron en esa etapa y dejaron al equipo casi sin goleo. Del otro lado, Andrés Berman y Ariel Ramos comenzaban a arrancar motores.
Mendoza incluso llegó a ganar por nueve faltando la mitad del último cuarto pero con garra, pudo darlo vuelta y se puso al frente por cuatro faltando dos minutos. Los problemas seguían latentes por lo que retomó la ventaja y pese a que “Pepito” reapareció con un kilométrico triple para empatar en 88, Grenni sentenció el juego con un doble a falta de cuatro segundos.
El panorama para Tucumán ahora es el siguiente: necesita que hoy a las 19.30 en el mismo escenario, Buenos Aires derrote a su verdugo para que mañana, en la última fecha, defina la clasificación al Final Four. Si los cuyanos ganan, clasificarán automáticamente pero el local no debe deprimirse: deberá ganar su último partido de todas maneras para evitar jugar por el descenso.
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