Un fiel reflejo de los ciudadanos

Se dieron la mano al final. Como caballeros. Se habían faltado el respeto. Se dijo lo que muchos murmuran. Le preguntaron a Germán Alfaro de dónde saca los fondos de la campaña. Le dijeron a Gerónimo Vargas Aignasse y a Claudio Viña que algo los unía al alperovichismo de Pablo Yedlin. Alfaro le pegó un sablazo a Vargas Aignasse cuando le dijo que era el menos indicado para hablar de drogas. A Yedlin le tiró una trompada hablando del caso Funsal y trató a todos de corruptos. Fueron 10 minutos, pero parecieron cientos. Claudio Viña y Vargas Aignasse tenían en la mira a Alfaro.

Vargas Aignasse “es un massita” como dijo un asistente al debate. No nombró a su candidato a presidente Sergio Massa pero tuvo hasta su tono de voz. Yedlin se preocupó demasiado por no salirse del libreto y por resaltar su vínculo político con Daniel Scioli. Alfaro le lanzó golpes bajos. Fue a eso y cumplió con el objetivo. Falló cuando esquivó la pregunta del público. Viña se acordó de Bussi al final y fue quien mejor pidió que lo votaran cuando miró fijo a la cámara.

Antes, Estela Di Cola, Mariana Arreguez, Carlos Fiori y Arturo Arroyo fueron prolijos y aún cuando el aborto levantó la tensión en el diálogo entre Arroyo y Arreguez cuando el primero se desgañitó gritando en defensa de la familia, mientras Arreguez pedía el aborto legal. Esta candidata criticó el despilfarro de fondos. Di Cola también. Estos cuatro últimos candidatos se desvelaron por señalar un mayor trabajo por la cultura. Entre ellos hubo más cordialidad tal vez porque desnudaban menor capacidad para disputar el poder. Sin embargo, cuando se bajaron del escenario del Hilton, un espectador advirtió: “se van los que dicen la verdad”.

El debate desnudó las deficiencias que tienen los candidatos que son espejo de los ciudadanos, pero a la vez mostró el compromiso democrático real más allá de las ideologías. Algunos sintieron vergüenza ajena, otros bronca, otros orgullo. Sin embargo, fue un gran paso para que el intercambios de ideas sirva para que la democracia se oxigene .

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