Uno de los detenidos por el doble homicidio de Villa 9 de Julio tenía sangre en su ropa

Una joven de Leales dijo que la segunda víctima era su hermano, pero su identidad no había sido confirmada anoche por la fiscala. La Policía allanó las viviendas de los sospechosos, en el barrio Lola Mora. Realizarán un cotejo de ADN por los rastros genéticos encontrados en prendas y herramientas.

OPERATIVO. La Policía trabajó el miércoles a la mañana recolectando pruebas en la casa de Marcelo Romano. la gaceta / foto de analía jaramillo OPERATIVO. La Policía trabajó el miércoles a la mañana recolectando pruebas en la casa de Marcelo Romano. la gaceta / foto de analía jaramillo
21 Agosto 2015
La Justicia informó anoche que la víctima del doble homicidio -ocurrido el miércoles a la madrugada en Villa 9 de Julio- que permanecía como un cadáver NN, sería un joven que tenía 19 años y que era oriundo de Leales.

El cuerpo de la víctima habría sido reconocido por una de sus hermanas, quien se presentó ayer en la morgue judicial. Sin embargo, como no tenía consigo la documentación que -fehacientemente- corrobore la identidad del joven, las autoridades prefirieron mantener discreción.

Ayer a la tarde se pensaba que el cuerpo que fue hallado por la Policía junto al ingeniero en sistemas Marcelo Romano era un hombre de 31 años. El pasaporte de esta persona había sido hallado en un taxi que habría sido utilizado por uno de los dos sospechosos que permanecen alojados en la seccional 2ª. Romano es la otra víctima de este doble homicidio.

Los detenidos

Ayer, la fiscala Mercedes Carrizo, que está instruyendo la causa y tiene a su cargo la Fiscalía IX°, fue quien se refirió a la identidad de la segunda víctima. Además corroboró que la jueza de Instrucción de la V° Nominación, Mirta Lenis de Vera, hizo lugar al pedido de detención que había elevado en contra de los sujetos que habían sido aprehendidos en una sucursal de un banco en la Plazoleta Dorrego.

De esta manera se supo que uno de los detenidos es Héctor Exequiel Miranda, de 29 años, y que su presunto cómplice es un adolescente que tiene 16 años, cuya identidad no se reveló por ser menor de edad.

El adolescente quedó a disposición del Juzgado de Menores de la I° Nominación. Sin embargo, Carrizo aclaró que no quedó bajo la tutela de sus padres porque habría pruebas que comprometerían su situación procesal. La fiscala explicó que el menor tenía restos de sangre en las manos y que se hallaron ropas suyas que también estaban manchadas con sangre. “Ordené que se realice un cotejo de ADN para ver si esas muestras de sangre coinciden con las de las víctimas”, remarcó.

Personal de la división Homicidios, que es comandada por el comisario Jorge Dib y el subcomisario Daniel Robles, realizó por la mañana dos allanamientos en el barrio Lola Mora. Según se informó, no hallaron pruebas que sean útiles para la causa, pero constataron que Miranda y el adolescente son vecinos.

Los cotejos de ADN demorarán unas dos semanas. En ese tiempo se continuará sumando pruebas que avalen la acusación que pesa sobre los imputados, acusados por robo y homicidio.

Los investigadores sospechan que el robo que derivó en el doble crimen sucedió a las 5. Después de esto, los asaltantes cargaron con electrodomésticos el auto de Romano -un Peugeot 405 azul, dominio ABH 675- y huyeron hasta la calle Lola Mora al 600 donde abandonaron el auto.

Un taxista

Al parecer fue en ese momento en el que decidieron separarse. El adolescente corrió hasta la avenida Coronel Suárez donde subió a un taxi cargando un bolso. Después le pidió al chofer que lo llevara hasta una zona cercana para que buscara dinero para pagarle el viaje. Según trascendió, el taxista lo habría llevado hasta las inmediaciones de La Costanera, donde le pidió que se detenga. El menor se bajó del auto pero dejó el bolso dentro del vehículo.

Como demoró en volver, el chofer miró el bolso y descubrió que en su interior había elementos manchados con sangre. Entre ellos, habría estado una herramienta con la que habrían golpeado mortalmente a las víctimas. Al ver esto, el taxista se dirigió hasta la seccional 4ª para denunciar lo que había ocurrido.

Romano y el joven de 19 años fueron asesinados a puñaladas y golpes. El doble homicidio se cometió en la jurisdicción de la seccional 10ª. Pero cuando escaparon los agresores llevaron el vehículo hasta la jurisdicción de la seccional 11ª. Cuando los uniformados de esa dependencia averiguaron quién era el propietario del Peugeot 405, contactaron al padre de Romano quien, a su vez, les explicó que ese auto lo utilizaba su hijo. Así fue como descubrieron los cuerpos de las víctimas en la casa del pasaje 1° de Mayo al 300.

Los pesquisas también señalaron que hay versiones que confirmarían que Miranda habría conocido a uno de los dos hombres que fueron asesinados.

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