Bulacio y Barros Sosa, claves en la consagración de Tucumán M21

La velocidad ambos fue crucial frente a Córdoba.

POR LA DERECHA. La pelota se abrió hacia la punta y Tobías la transformó en try.  POR LA DERECHA. La pelota se abrió hacia la punta y Tobías la transformó en try.
30 Noviembre 2015
En la mayoría de los casos, la diferencia entre un campeón y un subcampeón no está en la calidad de sus jugadores, sino en la actitud de no bajar los brazos. Los “naranjas” M21 son un claro ejemplo de ello: muchos hubieran tirado la toalla después de ese doble golpe de los “dogos”. Pero ellos no. A pesar de que sólo quedaban cinco minutos, y Córdoba ganaba por 11 puntos, sabían que entre todos podían revertir la situación. Los forwards pusieron el lomo para recuperar la pelota, pero hacía falta que alguien la transportara hacia el ingoal. De eso se encargaron José Barros Sosa y Tobías Bulacio.

“Córdoba tenía un envión anímico tremendo y a nosotros no nos salían las cosas. Entonces decidimos hacer una jugada que practicamos toda la semana. La pelota sale bien por el empuje de los forwards en el scrum, y cuando José Chico me la da a mí, lo único que pienso es que esa podía ser la última pelota que tocara. Y a correr. Cuando el wing derecho sale a cerrarme, piso para adentro y lo paso. Ahí veo el espacio entre dos rivales y me mando. No sé si corrí rápido, o si tenía algún compañero cerca, lo único que miré fue la H”, reconstruye Barros Sosa la jugada del try bajo los palos que le dio vida a la “naranja”.

Faltaba un try más, y el que se encargó de transportar la ilusión tucumana acunada en su brazo izquierdo fue Tobías. “No sé, sentí de todo en esa corrida. Iba esperanzado y al mismo tiempo c... de miedo porque sabía que si no llegaba, nos quedábamos sin nada. Pero detrás mío contaba con el apoyo de un gran grupo”, resume el wing ese remolino de sensaciones que terminó en el try del triunfo.

Entre todos

El grupo es un elemento clave en todo equipo con pretensiones de abrazar la gloria. “Fue importantísimo. La mayoría nos conocíamos de antes, por los clubes o por algún seleccionado juvenil. Algunos habían estado el año pasado, otros éramos nuevos, pero todos asumimos por igual el compromiso de vestir este color”, revela Tobías, que este año ya festejó la consagración de su club, Tucumán Rugby, en el Regional.

“La base del campeonato fue el gran grupo humano que se formó. Había muchas ganas de jugar, mucha disciplina en los entrenamientos”, coincide el de Lawn Tennis. “Además, cuando respetamos el plan de juego, se vieron los frutos. Los espacios se abrieron y marcamos puntos. En los partidos más duros, se vio que somos un equipo con mucho carácter”, agrega José.

Ambos son los voceros de un plantel joven que cargó con la responsabilidad de corresponder la mística ganadora de la “naranja” ante la gris campaña de los mayores. Fue, además, un grito de revancha por el mal trago en el Argentino M21 del año pasado.

“Al principio nos juntamos todos y nos preguntamos: ¿queremos que nos pase lo mismo del año pasado o queremos cambiar?”, cuenta Tobías. La respuesta está a la vista.

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