La ilusión no tiene fin: los Stones prometieron volver

Tras 10 días en el país y tres shows en La Plata, la banda británica se despidió del público argentino. “Este es el país de los Rolling Stones”.

SUS MAJESTADES. Mick Jagger, frontman indiscutible de la banda. TÉLAM SUS MAJESTADES. Mick Jagger, frontman indiscutible de la banda. TÉLAM
15 Febrero 2016
Fueron meses, semanas, 10 días y tres noches eternas de fiebre por el rocanrol más sanguíneo. El paso de los Rolling Stones por Argentina será un recuerdo inolvidable para los miles de fans que se enchufaron a los sonidos legendarios de un pedazo de la historia de la música en este planeta. Las cenizas de ese fuego todavía están calientes, y en los oídos de los que asistieron todavía suenan las palabras de Mick Jagger cuando el concierto llegaba al final: “qué pena que es el último show, pero vamos a volver pronto”. La ilusión de los rolingas no tiene fin.

Tres noches en el Estadio Único de La Plata fueron la ofrenda argentina a “Sus Majestades Satánicas”. El sábado a la noche fue el último show en el marco del América Latina Olé Tour 2016, ante un estadio nuevamente colmado y con varias caras conocidas, entre ellas Charly García y Roberto Pettinato,

Los británicos volvieron a demostrar durante dos horas y media que se trata del espectáculo más excitante que pueda brindar el rock mundial. Los veteranos Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts dejaron en claro que, a pesar de los años, la banda suena mejor que nunca y mantiene viva la llama que, junto con los Beatles, cambió para siempre la música popular en la década del ‘60.

“Start me up”, nada menos que esa canción, fue la elegida para abrir el concierto y para hacer delirar al público. El listado de canciones, informó Télam, no cambió demasiado en relación a las noches anteriores: “It’s only rock and roll”, “Tumbling Dice” y “Out of control” inyectaron todavía más adrenalina en las venas del estadio.

La visita será recordada porque fueron 10 días en los que la banda selló su romance con el público argentino, que realizó largas guardias en los hoteles en donde se hospedó el grupo para lograr el deseado contacto con alguno de sus miembros. Se trata de un romance correspondido: los Stones no pudieron ocultar en sus rostros lo bien que la estaban pasando en el país. Como dijo Bernard Fowler, músico que gira con la banda desde 1989: “este es el país de los Rolling Stones”.

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