06 Agosto 2016
LUCES PARA TODOS LOS GUSTOS. Los efectos visuales fueron sorprendentes. FOTOS DE Reuters
RÍO DE JANEIRO.- Cuando cerca de la medianoche y luego del desfile de las delegaciones se encendió el pebetero olímpico en el Maracaná, en la ceremonia inaugural de los Juegos de Río, se dio finalmente señal oficial de comienzo a la mayor cita del deporte internacional, la primera en su tipo que se hace en Sudamérica. Las competencias, que empezaron el miércoles, se extenderán hasta el día 21 de este mes. La colorida cita, que empezó con algo de demora, estuvo dentro de las previsiones: mucho color, música, despliegues atléticos y fuegos artificiales. Fue en sí una ceremonia económica, según estimaciones, con un costo estimado en la mitad de los 42 millones de dólares de Londres 2012.
En la ceremonia hubo más de 10.000 atletas, 70.000 espectadores, 45 jefes de Estado, 300 bailarines y unos 5.000 voluntarios.
Previo a la apertura formal de los XXXI Juegos de la era moderna, hubo preocupación: sucede que nadie pudo sustraerse a la nítida conflictividad social, incrementada desde que llegó a la presidencia de Brasil en forma interina el abogado Michel Temer. Alrededor de 3.000 manifestantes, la gran mayoría componentes de movimientos sociales, sindicatos y partidos políticos habían iniciado manifestaciones desde temprano. Se reportaron heridos y detenidos.
El paso argentino
En el 11° lugar en la fila del desfile estuvo la delegación de la Argentina. Ello empezó a ocurrir a las 20.57, con el basquetbolista Luis Scola como abanderado. Gran parte de los 212 deportistas que representarán al país se dejaron ver. Las chicas, con una camisa y una falda blanca y saco negro; los varones, con saco y pantalón negro, de camisa blanca.
Abucheos brasileños
La delegación argentina recibió abucheos en el desfile en el estadio Maracaná, donde los brasileños, históricos rivales en el fútbol de los argentinos, les pasaron factura por afrentas pasadas. Cuando ingresó el grupo de atletas, se escucharon los “buuuh” desde las tribunas. El recibimiento contrastó con la ovación que había recibido antes Alemania, pese a que derrotó a Brasil 7-1 en la semifinal del Mundial de 2014.
Orden modificado
La ceremonia sorprendió al modificar el orden habitual del desfile de los países. A diferencia de Juegos anteriores, el desfile se organizó siguiendo el orden alfabético en portugués y no en inglés. Primero salió Grecia, la cuna del olimpismo, y luego se prosiguió con el orden alfabético del idioma local, comenzando por Afganistán, que sólo tenía tres atletas. Brasil cerró la marcha. (Especial-Télam)
En la ceremonia hubo más de 10.000 atletas, 70.000 espectadores, 45 jefes de Estado, 300 bailarines y unos 5.000 voluntarios.
Previo a la apertura formal de los XXXI Juegos de la era moderna, hubo preocupación: sucede que nadie pudo sustraerse a la nítida conflictividad social, incrementada desde que llegó a la presidencia de Brasil en forma interina el abogado Michel Temer. Alrededor de 3.000 manifestantes, la gran mayoría componentes de movimientos sociales, sindicatos y partidos políticos habían iniciado manifestaciones desde temprano. Se reportaron heridos y detenidos.
El paso argentino
En el 11° lugar en la fila del desfile estuvo la delegación de la Argentina. Ello empezó a ocurrir a las 20.57, con el basquetbolista Luis Scola como abanderado. Gran parte de los 212 deportistas que representarán al país se dejaron ver. Las chicas, con una camisa y una falda blanca y saco negro; los varones, con saco y pantalón negro, de camisa blanca.
Abucheos brasileños
La delegación argentina recibió abucheos en el desfile en el estadio Maracaná, donde los brasileños, históricos rivales en el fútbol de los argentinos, les pasaron factura por afrentas pasadas. Cuando ingresó el grupo de atletas, se escucharon los “buuuh” desde las tribunas. El recibimiento contrastó con la ovación que había recibido antes Alemania, pese a que derrotó a Brasil 7-1 en la semifinal del Mundial de 2014.
Orden modificado
La ceremonia sorprendió al modificar el orden habitual del desfile de los países. A diferencia de Juegos anteriores, el desfile se organizó siguiendo el orden alfabético en portugués y no en inglés. Primero salió Grecia, la cuna del olimpismo, y luego se prosiguió con el orden alfabético del idioma local, comenzando por Afganistán, que sólo tenía tres atletas. Brasil cerró la marcha. (Especial-Télam)