18 Agosto 2016
LA HORA SEÑALADA. Dilma Rousseff es consciente que tiene pocas posibilidades de evitar su destitución. Reuters (archivo)
RÍO DE JANEIRO.- En una decisión sorpresiva, y cuando la mayoría de los analistas no consideraban esa posibilidad, la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció que asumirá personalmente su defensa ante el Senado en el juicio político que decidirá sobre destitución definitiva, según declaró la propia mandataria a un diario brasileño. La mandataria está acusada de violar la Ley de Responsabilidad Fiscal en el manejo y aplicación de las partidas presupuestarias de 2015, y será la primera vez que oficialmente hablará ante el Senado desde que el 12 de mayo fue suspendida del cargo.
“Será la manifestación de una Presidenta que está siendo juzgada en un proceso de impeachment (juicio político) sin crimen de responsabilidad”, dijo Rousseff a “Folha de Sao Paulo”.
La mandataria también aseguró que no teme a las posibles hostilidades de sus adversarios políticos, algo que prevén muchos de sus simpatizantes, que no quieren verla por eso en la Cámara Alta durante el juicio.
“Nunca tuve miedo de eso. Aguanté tensiones mucho mayores en mi vida. Es un ejercicio de democracia”, aseguró Rousseff.
El juicio político para la destitución debe empezar el 25 de agosto, poco después de que terminen los Juegos Olímpico de Río de Janeiro. Se estima que el Senado podría dar su veredicto final más o menos una semana después.
El presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowksi, con el jefe del Senado, Renán Calheiros, y los jefes de bloque, la hoja de ruta de las sesiones finales del juicio político. El lunes 29 será la oportunidad de Rousseff de declarar y ser sometida a un interrogatorio en calidad de acusada, debido a que el Senado funciona como tribunal.
El Senado, que ya la suspendió de sus funciones por seis meses en mayo con una clara mayoría, votó hace una semana a favor de poner en marcha el juicio definitivo. Si se repite el voto de la semana pasada, cuando 59 senadores votaron contra Rousseff y sólo 21 a favor de que se suspenda el juicio, la Presidenta habrá perdido definitivamente el cargo. Para la destitución es necesaria una mayoría de dos tercios.
Rousseff volvió a lanzar un intento de frenar su destitución ofreciendo, en una carta abierta, celebrar un referéndum para decidir sobre la celebración de nuevas elecciones, en caso de que pueda volver a sus funciones. Si Rousseff es destituida, su vicepresidente, Michel Temer, seguirá en la Jefatura de Estado, que ejerce de forma interina hasta los comicios regulares previstos para 2018. Rousseff califica a Temer de “usurpador” y “traidor”. (DPA)
“Será la manifestación de una Presidenta que está siendo juzgada en un proceso de impeachment (juicio político) sin crimen de responsabilidad”, dijo Rousseff a “Folha de Sao Paulo”.
La mandataria también aseguró que no teme a las posibles hostilidades de sus adversarios políticos, algo que prevén muchos de sus simpatizantes, que no quieren verla por eso en la Cámara Alta durante el juicio.
“Nunca tuve miedo de eso. Aguanté tensiones mucho mayores en mi vida. Es un ejercicio de democracia”, aseguró Rousseff.
El juicio político para la destitución debe empezar el 25 de agosto, poco después de que terminen los Juegos Olímpico de Río de Janeiro. Se estima que el Senado podría dar su veredicto final más o menos una semana después.
El presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowksi, con el jefe del Senado, Renán Calheiros, y los jefes de bloque, la hoja de ruta de las sesiones finales del juicio político. El lunes 29 será la oportunidad de Rousseff de declarar y ser sometida a un interrogatorio en calidad de acusada, debido a que el Senado funciona como tribunal.
El Senado, que ya la suspendió de sus funciones por seis meses en mayo con una clara mayoría, votó hace una semana a favor de poner en marcha el juicio definitivo. Si se repite el voto de la semana pasada, cuando 59 senadores votaron contra Rousseff y sólo 21 a favor de que se suspenda el juicio, la Presidenta habrá perdido definitivamente el cargo. Para la destitución es necesaria una mayoría de dos tercios.
Rousseff volvió a lanzar un intento de frenar su destitución ofreciendo, en una carta abierta, celebrar un referéndum para decidir sobre la celebración de nuevas elecciones, en caso de que pueda volver a sus funciones. Si Rousseff es destituida, su vicepresidente, Michel Temer, seguirá en la Jefatura de Estado, que ejerce de forma interina hasta los comicios regulares previstos para 2018. Rousseff califica a Temer de “usurpador” y “traidor”. (DPA)
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