No controlan la prisión domiciliaria

Carlos Posse, abogado penalista.

02 Septiembre 2016
El tiempo que una persona debe pasar detenida después de que haya sido descubierta con drogas para la comercialización depende de la cantidad de estupefacientes hallada. No es lo mismo que se incauten 10 o 15 gramos que si encuentran un kilo. Después, puede estar dos años con prisión preventiva, con la posibilidad de prorrogarla un año más. Pero si en ese período la persona no va a juicio oral o no queda firme su condena, tiene que quedar en libertad. En el caso de los arrestos domiciliarios, hay ciertas pautas para que se los conceda: tienen que ser mujeres con hijos de menos de cinco años, personas mayores de 60 años o con enfermedades terminales. Aunque también hay excepciones particulares; me tocó un caso en que a mi clienta le concedieron el arresto domiciliario porque tenía un hijo de 10 años y el padre estaba preso; porque tampoco se puede exponer a un chico a una situación de encierro. Se supone que tiene que haber un control de los arrestos domiciliarios, con un policía en la puerta de la casa para vigilar. Pero esto no se cumple y eso ha provocado que haya gente que sale a delinquir aún estando presa. Lo ideal sería implementar las tobilleras electrónicas que permitirían monitorear a la persona y de paso descomprimir las cárceles.

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