HOY
• A las 21.30, en el Teatro Municipal Rosa Ávila, (Las Piedras 1500)
Quien alguna vez haya tenido la suerte de comprobar la dimensión actoral de “Pepe” Soriano en un escenario teatral sabe por qué le cabe el adjetivo extraordinario. Ya desde el recordado “Don Berto”, de la tele de los 60; el enorme “Lisandro”; el testarudo “Señor Green”, los entrañables “Loro calabrés” y “La nona”, hasta el maravilloso “El padre”, que estrenó este año, Soriano es pura energía, no sólo escénica sino también y, sobre todo, vital.
Ayer lo probó en la sede de la Municipalidad, donde el intendente, Germán Alfaro, lo nombró Ciudadano Distinguido; le regaló un poncho tucumano y un Libro del Bicentenario.
Antes, en su condición de presidente de Sagai (Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes) Soriano se refirió con vehemencia a las múltiples acciones en favor de los actores y he hizo hincapié en la necesidad de extender los beneficios a todos los actores argentinos.
Contar y repartir
Después del acto Soriano charló con LA GACETA bajo los lapachos de la calle 9 de Julio, sobre “Contando”, el unipersonal con que esta noche quedará inaugurado el Teatro Municipal Rosa Ávila.
“No es lo estrictamente teatral; es una presentación personal, con algunos fragmentos de obras que hice. Al final me bajo a la platea y empiezo a repartir un pan grande cortado a mano, y digo que es pan de paz y de trabajo, porque esta es mi posición en la vida -dispara-. Después le doy un espacio al público para que hable, porque recibe una andanada de cosas y a lo mejor quiere algunas respuestas. Si puedo, respondo; si no, digo no sé”.
“Seguramente, en la inauguración de esta noche, a mucha gente de teatro de otros tiempos le hubiera gustado estar. Pero la vida sigue, y muchos de aquellos que pelearon junto a Rosa Ávila ya no están, pero están en nuestros corazones -asegura-. Me refiero, entre otros, a Pancho Galíndez, del cual todo el mundo tiene recuerdo, a Fernando Arce, al ‘Loro’ Quiroga, a Mercedes Sombra, a Boyce Díaz Ulloque, y al ‘Negro’ Carella, a un montón de gente que trabajó en Tucumán para el mundo del espectáculo”.
La fundación
“En Sagai tengo compañeros muy trabajadores, como Jorge Marrale, Pablo Echarri, Cacho Santoro y Martín Seefeld. Muchos jóvenes se están sumando al trabajo: ayudamos a las mujeres embarazadas, damos subsidios, atención de enfermedades, a los mayores de 80 años les hacemos una fiesta y les entregamos un dinero indexado: este año les corresponden $ 22.000 a cada uno”, informa. Y amplía que han armado una multisectorisal con 16 entidades culturales, en función de aumentar la producción de todas esas entidades. “Dicen que nos van a dar apoyo oficial, esperemos”, se ilusiona.
Coincide en que la crisis económica no sólo afecta el teatro independiente: “ya ni el teatro comercial se sostiene porque el público no tiene plata. De dónde va a salir la plata, no tengo ni idea. Yo vivo de mi trabajo, no tengo ni coche, vivo de mi trabajo, como un hombre común y corriente”.
Ni tan común ni tan corriente: el hombre, que va a cumplir 87 años el 25 de septiembre, ejerce el privilegiado don de la actuación. “El escenario fue siempre la gran preocupación de mi vida; fue lo que siempre quise hacer; tuve la suerte de hacerlo y vivir de esto -declara-. A mí me gusta actuar; me gusta meterme en la piel de otros. Y cuando puedo, en la mía, decir algunas cosas”.
En el Abasto
Nombre entrañable del teatro tucumano
“El teatro me dio todo, me enseñó muchas cosas, me dio la solidaridad y la generosidad de la gente”, expresó Rosa Ávila, actriz, productora y directora. La Sala de Teatro Municipal que se inaugura hoy llevará su nombre. Albergará 300 espectadores, y tiene espacio para exposiciones. Fue construida como un anexo al hotel Hilton Garden Inn y ahora pasa a manos de la comuna capitalina, en cumplimiento del decreto 4.854. Dependerá de la Dirección de Cultura municipal.