14 Septiembre 2016
-PLACA CONMEMORATIVA. Germán Alfaro, Rosita Ávila y Pepe Soriano.
Pocos discuten que fundar un teatro sea un acto político; pero si había alguna duda, el propio discurso de Germán Alfaro la evaporó. “La gestión del intendente no es soóo el cordón cuneta y el asfalto, sino apoyar la cultura y el deporte, porque la cultura es el patrimonio más importante de una ciudad”, sostuvo una y otra vez el máximo responsable municipal, cuando en la noche del lunes dejó inaugurado el Teatro Municipal que lleva el nombre de Rosita Ávila en Las Piedras al 1.500, en la zona del ex Mercado de Abasto.
Ninguna autoridad del Ente Cultural de la Provincia concurrió a la ceremonia, que terminó siendo solemne y protocolar, muy alejada del clima en que los teatristas celebran sus logros.
Y como no podía ser de modo, únicamente Rosita Ávila se salió del libreto, cuando casi al final de la velada, hizo hablar a su personaje La María (creación de Oscar Quiroga) y contó que le habían pedido el nombre para “Don Hiltón”, ante los calurosos aplausos de los artistas y funcionarios que colmaron la sala, en referencia al hotel lindero al teatro y que lo administró desde su inauguración, en mayo de 2014.
Emocionada, la actriz emblema de estas tierras aseguró que durante sus 65 años de carrera encarnó a muchas mujeres: “cada una dejó en mí sus marcas y su verdad, y algunas han sido determinantes en rasgos de mi conducta”, contó con una débil voz, entrecortada. Recordó, por ejemplo, a las mujeres de “Yerma”, “Antígona”, “Madre Coraje”, la Pachamama y La María, su festejado personaje y, tal vez, su papel más popular que pudo llevar del escenario al set de televisión durante algunos años.
Posteriormente, Pepe Soriano, que trató al intendente por su nombre y como “compañero”, no sólo tuvo palabras de elogio y agradecimiento, sino que también reclamó que Tucumán tenga su propia Ley de Mecenazgo: “los que tienen dinero, no importa sus nombres, deben apoyar a la cultura”.
Alfaro expresó que “si hay que imitar las buenas cosas, lo haremos”, y recordó las gestiones del intendente radical Rubén Chebaia y de su responsable de Cultura, Norah Castaldo, cuando llevaron el teatro a los barrios. Antes, “La María” le había dicho al intendente que no se demore mucho un decreto para recrear la Comedia Municipal. El intendente anunció que la dirección del Teatro Municipal estará a cargo de “una especie de ente, con un representante de la Municipalidad y otro que lo elegirá la comunidad teatral”, señalando a la platea, sin más detalles.
Cuando Alfaro y su gabinete llegaron al ex Abasto, la Banda Municipal tocó la Marcha de San Lorenzo; luego se descubrió una placa y se cantó el Himno Nacional. Posteriormente se proyectó un video en el que Juan Tríbulo, Federico Cerisola, Roberto Espinoza, Carlos Alsina y Jorge Alves alabaron el trabajo y la personalidad de Rosita, con imágenes en las que se repasó su trayectoria. La actriz recordó parte de su vida y del famoso Nuestro Teatro que creó en la década del 60. José Ramayo, del Instituto Nacional del Teatro, le dijo a LA GACETA que ese organismo aportará las luces y el sonido a la sala.
Ayer Soriano plantó un olivo en el predio de la Casa del Bicentenario (avenida Adolfo de la Vega y La Madrid), con la consigna: “Ojalá que como el trigo, sepamos ser el pan un día”.
Ninguna autoridad del Ente Cultural de la Provincia concurrió a la ceremonia, que terminó siendo solemne y protocolar, muy alejada del clima en que los teatristas celebran sus logros.
Y como no podía ser de modo, únicamente Rosita Ávila se salió del libreto, cuando casi al final de la velada, hizo hablar a su personaje La María (creación de Oscar Quiroga) y contó que le habían pedido el nombre para “Don Hiltón”, ante los calurosos aplausos de los artistas y funcionarios que colmaron la sala, en referencia al hotel lindero al teatro y que lo administró desde su inauguración, en mayo de 2014.
Emocionada, la actriz emblema de estas tierras aseguró que durante sus 65 años de carrera encarnó a muchas mujeres: “cada una dejó en mí sus marcas y su verdad, y algunas han sido determinantes en rasgos de mi conducta”, contó con una débil voz, entrecortada. Recordó, por ejemplo, a las mujeres de “Yerma”, “Antígona”, “Madre Coraje”, la Pachamama y La María, su festejado personaje y, tal vez, su papel más popular que pudo llevar del escenario al set de televisión durante algunos años.
Posteriormente, Pepe Soriano, que trató al intendente por su nombre y como “compañero”, no sólo tuvo palabras de elogio y agradecimiento, sino que también reclamó que Tucumán tenga su propia Ley de Mecenazgo: “los que tienen dinero, no importa sus nombres, deben apoyar a la cultura”.
Alfaro expresó que “si hay que imitar las buenas cosas, lo haremos”, y recordó las gestiones del intendente radical Rubén Chebaia y de su responsable de Cultura, Norah Castaldo, cuando llevaron el teatro a los barrios. Antes, “La María” le había dicho al intendente que no se demore mucho un decreto para recrear la Comedia Municipal. El intendente anunció que la dirección del Teatro Municipal estará a cargo de “una especie de ente, con un representante de la Municipalidad y otro que lo elegirá la comunidad teatral”, señalando a la platea, sin más detalles.
Cuando Alfaro y su gabinete llegaron al ex Abasto, la Banda Municipal tocó la Marcha de San Lorenzo; luego se descubrió una placa y se cantó el Himno Nacional. Posteriormente se proyectó un video en el que Juan Tríbulo, Federico Cerisola, Roberto Espinoza, Carlos Alsina y Jorge Alves alabaron el trabajo y la personalidad de Rosita, con imágenes en las que se repasó su trayectoria. La actriz recordó parte de su vida y del famoso Nuestro Teatro que creó en la década del 60. José Ramayo, del Instituto Nacional del Teatro, le dijo a LA GACETA que ese organismo aportará las luces y el sonido a la sala.
Ayer Soriano plantó un olivo en el predio de la Casa del Bicentenario (avenida Adolfo de la Vega y La Madrid), con la consigna: “Ojalá que como el trigo, sepamos ser el pan un día”.