Una historia de amor se cuela entre las “Brazadas”

NADAR PARA AMAR. Doris (Trinidad Asensio) busca un nuevo hogar. NADAR PARA AMAR. Doris (Trinidad Asensio) busca un nuevo hogar.
01 Octubre 2016
ACTÚA HOY
• A las 22
en La Sodería (Juan Posse 1.141).

Doris llega a un pueblo rodeado de agua, donde aprender a nadar es la clave para ser aceptada. Para ella, también significa enfrentar riesgos, liberarse de su pasado y conseguir un nuevo amor, extraño, inexplicable e imborrable. Ese es el núcleo dramático de “Brazadas”, la obra teatral que Trinidad Asensio protagonizará esta noche en La Sodería, dentro de una gira por la región.

Asensio afirma que “nadar, en el sentido poético en el que está jugado en la obra, es volar, amar, creer, vivir, continuar, crecer, fortalecerse; mientras que para su entrenadora es un ejercicio perfecto, para ella es una forma perfecta de relajarse”.

Estar en el agua le implicaba al personaje el desafío de llegar a la otra orilla sin transformarse en carnada. “La cuestión radica en reconocer cuándo podemos ser esa carnada y saber qué hacer con ello. Es un desafío para el público encontrar esa definición, así como saber si un amor te puede hundir. Esperemos que no, pero la respuesta le llegará al espectador al sentirse identificado con momentos de la obra. Desde nuestro punto de vista, el amor te va a llevar a nuevas orillas y, citando a Doris ‘el corazón nada conmigo’”, señala.

“‘Brazadas’ brota de la unión de dos impulsos creativos, la escritura y la actuación. La entrerriana Gabriela Ruedas, tenía la intención de hacer justicia al universo fantástico, mágico y misterioso del texto dramático en su debut como directora. Nos juntamos en abril de 2013 para trabajar en el armado integral de la obra a partir de improvisaciones que tenían como tema central el vínculo entre el amor y la natación; desde el inicio se pensó en poder viajar por el país por lo que el espacio escénico acompaña los distintos momentos de la historia con imágenes despojadas y sugerentes. La música llegó casi al final del proceso creativo”, relata la actriz a LA GACETA.

El personaje parte “de sus propios miedos y errores pero, justamente, la obra viene a poner de manifiesto la oportunidad para superarlos, para continuar hacia adelante, y en ese sentido es esperanzadora”. “Ella está buscando el arraigo, quiere alcanzar sus propios objetivos tanto en la natación como en una nueva vida social en la que es una recién llegada; se desafía a sí misma en la aceptación de los otros, y entre ellos se encuentra también con el amor”, agrega.

“La escritura fue un proceso tamizando, en el que variamos y rehicimos las palabras. Con mucho material reunido en el encuentro solitario con la escritura, se fue estableciendo una estructura que le dio lugar a una historia autónoma con todos sus componentes. Sabía que deseaba escribir y que quería hacerlo sobre el amor, pero no como un tema genérico sino construyendo una singular historia en la voz de una mujer”, concluye.

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