La “10”, una camiseta sin plan B en Los Pumas

La quinta edición del Rugby Championship, cerrada el fin de semana con la caída de Los Pumas a manos de Australia en Twickenham, se fue dejando un terreno bastante fértil para el análisis. Más allá de ciertas equivocaciones puntuales que le está costando corregir y que le facilitaron la vida a sus rivales, el equipo comandado por Daniel Hourcade causó una muy buena impresión general desde el juego. Sin embargo, ese último partido contra los Wallabies desnudó una de las carencias que viene sufriendo el seleccionado, y de la que deberá ocuparse cuanto antes: la falta de alternativas en el puesto de apertura.

El problema

Actualmente, en el plantel de Los Pumas hay tres jugadores que pueden cumplir naturalmente esa función: el tucumano Nicolás Sánchez, Juan Martín Hernández y Santiago González Iglesias.

Sin embargo, “El Mago” ya tiene 34 años, su nivel claramente ya no es el de antes y su tendencia a lesionarse es cada vez más alta, habida cuenta las temporadas que lleva en el rugby de alto nivel, por lo que es probable ya no forme parte de los planes en 2017. Para entonces quedarán dos años para el Mundial de Japón, y será necesario apostar por nuevas figuras para que lleguen con suficiente rodaje.

A su vez, “Rete” González Iglesias nunca terminó de mostrarse como un candidato del todo confiable para el puesto. Sus virtudes de conductor y de pateador están claramente por debajo de las de Sánchez, y ello se notó principalmente contra Australia, cuando falló envíos factibles a los palos en momentos clave. A sus 28 años, parece haber alcanzado su techo.

Ello deja como única opción a Sánchez, hoy en día uno de los aperturas mejor valorados del mundo. La fortaleza física del “Cachorro” (es uno de los jugadores más golpeados por los rivales, y sin embargo tiene asistencia casi perfecta en la era Hourcade) ha ayudado a disimular el problema hasta ahora; sin embargo, no es indestructible, y el desgaste de los partidos con Los Pumas y con la franquicia se hará notar en algún momento. De hecho, que Martín Landajo, medio scrum por naturaleza, haya terminado jugando de 10 ante Sudáfrica y ante Australia habla a las claras de un vacío. Por eso, y porque nunca viene mal la competencia interna para motivar, se hace necesario sumar una alternativa en ese puesto.

Opciones

El primer nombre que surge en la búsqueda es otro 10 tucumano y de los “Benjamines”: Domingo Miotti, de 20 años. En su currículum figuran tres Mundiales M20 con los Pumitas, por lo que conoce a fondo las estructuras de ataque que se manejan en Los Pumas. Actualmente está disputando la Americas Pacific Challenge con Argentina XV, pero necesita dar el salto a un roce de mayor nivel.

Otro tucumano, Javier Rojas, tiene grandes virtudes físicas y técnicas (de hecho, Hourcade lo habría pedido para la franquicia), pero su espontaneidad se resiste a adaptarse a las estructuras que quiere el staff de Los Pumas. Así y todo, podría volver a tener otra chance en el futuro.

El otro apertura de Argentina XV es Juan Cruz González. El jugador de CUBA tiene oficio, pero viene bastante más atrás de Miotti en cuanto a tiempo de trabajo con los seleccionados. Por la misma razón las posibilidades de Joaquín Díaz Bonilla, de Hindú, no parecen muy consistentes.

Buceando en el semillero de Los Pumitas, quienes han ocupado esa posición en los últimos tiempos además de Miotti son Martín Elías (19 años), de Atlético del Rosario, y Bautista Ezcurra (21 años), de Hindú, quien ya tuvo algunas presencias en Argentina XV y en los Pumas 7’s. Este último sería una de las alternativas más potables, aunque también queda abierta la pregunta de si estará tan dispuesto a ser suplente de Sánchez como lo acepta “Rete” en lugar de buscar titularidad en Europa, camino que ya eligió otro apertura ex Pumita que tenía gran proyección: Patricio Fernández (22). El rosarino tiene contrato hasta julio de 2018 con Clermont, y mientras esté en Europa, no podrá ser tenido en cuenta para Los Pumas. Salvo que la UAR decida repatriarlo ofreciéndole un contrato en Jaguares para jugar el Súper Rugby, aunque de momento parece poco probable.