“La clave es la confianza”, dijo Bordón

El embajador argentino habló de la necesidad de un trabajo coordinado entre ambos países

EN LA EMBAJADA ARGENTINA EN CHILE. Bordón agasajó a la misión comercial tucumana que encabeza Manzur. EN LA EMBAJADA ARGENTINA EN CHILE. Bordón agasajó a la misión comercial tucumana que encabeza Manzur.
27 Octubre 2016
CHILE (De un enviado especial).- José Octavio Bordón se siente cómodo en su rol de embajador argentino en Chile. Para describirlo repite una frase peronista: “primero está la patria, luego las ideas políticas y, por último, las ambiciones personales”. Y, paralelamente, no tiene problemas de citar al presidente Mauricio Macri cuando advierte que hay que dar un cambio cultural en la Argentina. “Los empresarios no tiene que tener miedo de un estado que le ponga reglas de juego para ser cumplidas, pero tiene que ser el Estado el primero en cumplirlas”. Bordón está parado en el salón Canelo del hotel Plaza El Bosque de Santiago de Chile y no para de enumerar encuentros entre argentinos y chilenos que ya han puesto en marcha acciones en distintos puntos del país. Hay tres conceptos que repite con cuidado: el primero es que hay que recuperar la confianza perdida entre Estado y empresarios; el segundo es que Chile y Argentina están construyendo lazos de amistad y de trabajo conjunto reconociendo y reconociéndose defectos y virtudes, y el tercero es la necesidad de la transparencia en toda gestión.

Bordón abrió la reunión entre empresarios y autoridades chilenas y tucumanas. Al finalizar la reunión habló con LA GACETA y le pidió a los empresarios que se empoderen de todo esto. “Los empresarios se tienen que apropiar de todo esto. Esa la visión moderna de la política en el siglo XXI y sobre el rol de los gobiernos. La política tiene que estar al servicio de los gobiernos, no los gobiernos al servicio de los políticos”, advirtió. Precisó luego: “el gobierno tiene que ponerse al servicio para hacer crecer los grados de libertad, de participación, de emprendedurismo y de creatividad de la sociedad. La gente se expresa en lo social y en lo cultural y los empresarios tienen que generar nuevos y mejores productos y condiciones de trabajo”.

El embajador planteó la necesidad de que el empresario no se acerque al Estado pensando qué ventaja particulares tiene que sacarle. “Lamentablemente, la mala política y, específicamente, la mala conducta de algunos políticos y de empresarios también ha generado este clima de desconfianza”, destacó. Bordón no tiene frases cortas; empieza un idea y busca nuevas formas de expresar para subrayar sus conceptos. Por eso agrega: “el gran cambio cultural es no mirar el Estado como si fuera a sacarle algo por abajo de la mesa, sino que hay que acercarse al Estado para que juntos, ciudadanos y gobernantes, trabajadores y empresarios, podamos crear las reglas de juego”. Bordón toma aire y suelta su síntesis: “estamos hablando de transparencia”. “Transparencia no es sólo no robar, también es cumplir con las reglas de juego. Ciertamente no hay nada más aberrante que un Estado que se aprovecha para secuestrar o asesinar gente. Tampoco sirve un Estado que busca que se enriquezcan sus amigos. Pero tampoco sirve una sociedad que busca la puerta del costado en vez de la principal para no hacer las cosas en el marco de legalidad”, explicó. Y agregó: “cuando uno vive la crisis que heredó este gobierno y que aún no resolvió, no tiene porque ocultar nada. No se puede ocultar la pobreza; es esa honestidad la que uno tiene que tener con la sociedad y, además, debemos ser sobrios y eficientes en el uso de los recursos. Porque cuando una sociedad no tiene lujos, sus representantes no tiene que tener lujo”. Vuelve a ser una pausa y larga su síntesis: “es bueno ser popular, no es bueno ser populista”.

Continuidad de políticas

Bordon, quien fue embajador en Estado Unidos, afirmó que aprendió de esa sociedad a escuchar y a preguntar y, además, “aprendí del respeto que tienen por el cumplimiento de las reglas de juego y de cómo creen en la información pública”. LA GACETA le consultó sobre el aprendizaje que le dejó la sociedad chilena. “Es elogiable la capacidad para continuar políticas sin importar los distintos gobiernos, han actuado con transparencia y con calidad institucional. Claro que han tenido corrupción, pero se hacen públicas y se las afrontan. Es notable como no piensan que las recetas que les sirvieron para resolver los grandes problemas en 1990 no tiene porqué servirles en 2016”, contestó. Y después hace referencia a la Argentina. “Hemos salido de dos crisis muy fuertes como fueron la hiperinflación en los 90 y la híperrecesión, pero eso no quiere decir que haya que aplicar las mismas recetas ahora”. Y sintetiza: “después del éxito, lo importante es saber cuál es el nuevo desafío.

Al analizar las relaciones bilaterales entre la Argentina y Chile, Bordón invirtió su modo de razonamiento; empezó con la síntesis: “no hemos inventado nada. La novedad ha sido darle flexibilidad y dinamismo a los temas que se venían trabajando. Todo en base a la confianza. Aquí trabajamos juntos y así nos hemos puesto de acuerdo en base a la sinceridad. Si yo frente a cada problema le hecho la culpa a los chilenos y al revés lo único que se rompe es la confianza. Sólo con esto ya hemos logrado avances significativos”.

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