Un punto de partida al momento de diseñar una casa puede ser basarse en el entorno que lo rodea, ya sean edificios urbanos o la misma naturaleza.
Es por esta razón que un estudio de arquitectos en la región de Valais, Suiza, se inspiraron en el paisaje montañoso de la zona y decidieron replicar, de manera literal, la linea accidentada de las sierras y proyectaron la vivienda a 45 grados.
A la distancia, la obra parece una pieza colocada sobre el terreno en un delicado equilibrio, haciendo contraste con la pendiente de las montañas. Construida con un esqueleto de madera, se revistió el interior con paneles aislantes y se optó por considerar una "variación" de una casa con techo a dos aguas.
La vivienda por dentro, es una vivienda normal: se colocó una galería y un pequeño jardín, de manera tal de proteger a los residentes de los vientos y las altas temperaturas en verano.