¿Todavía no definiste qué hacer hoy? Si es que estás en Tafí del Valle o en San Pedro de Colalao te podemos ayudar a programar tu día:
EN TAFÍ
A las 9: Café, caminatas y caballos
Tafí del Valle despierta temprano. A los más grandes les gusta salir a desayunar y tienen más de 10 opciones que ofrecen variedades de té, tortas, pan y mermeladas caseras. También están los deportistas que salen de caminata o a correr por la 307 y van cayendo a los bares entre las 10 y 11 con su ropa deportiva para recuperar fuerzas con un nutritivo desayuno. Los que esperan todo el año para sacarse el traje y ponerse la bombacha de gaucho y el sombrero salen a recorrer las montañas con los caballos. Entre las opciones de cabalgatas, están quienes se animan solos, los que alquilan los animales por hora y salen a cabalgar con un guía. Los veraneantes más experimentados optan por los paseos más largo a la Ciénaga o a las Mesadas; suelen salir en grupo y les toma todo el día.
A las 14: para deleitar el paladar
El día avanza. Van y vienen los autos, llegan los colectivos y caminan los mochileros por las calles de la villa. Mientras tanto, las familias y los jóvenes se van acomodando en las distintos bares y restaurantes. Están los restaurantes tradicionales y los bares un poco más económicos. Pero se da otro fenómeno: son cada vez más los tafinistos que venden comida en sus propias casas. El boca en boca es el mejor medio para conocer dónde se consiguen los mejores platos, las mejores empanadas o los mejores locros. Las preparaciones regionales más buscadas son las de siempre: cazuela de cabrito, humita, tamales, lechón y parrillada pueden conseguirse en casi todos lados. Tampoco faltan las casas de comida rápida para los menos exquisitos: sandwich de milanesa, hamburguesas, pizza y minutas.
A las 19: compartamos y compremos
Después de almorzar, las opciones de entretenimiento se multiplican: desde cabalgatas y caminatas hasta excursiones a los ríos y a las cascadas. Pero a partir de las 18, cuando el sol empieza a bajar, se pone fresco y es mejor buscar otro plan. La villa se convierte en el principal atractivo. Siempre se puede encontrar algo nuevo: un negocio que abrió por la temporada o alguna una artesanía que se nos pasó por alto antes. Indumentaria con aires de montaña y joyería de alpaca suelen lucir las mujeres que bajan a los bares a esa hora. Otros aprovechan el atardecer para tomar el té en las confiterías más concurridas y los más jóvenes empiezan a sacar el bombo y la guitarra para recibir la noche, en un hospedaje, en un camping o en sus propias casas. Aunque la jornada se vaya terminando, las ganas de compartir con amigos y con la familia nunca faltan.
A las 21: momento familiar
Esta es la hora donde la música de los autos se empieza a escuchar por la avenida principal y la melodía de los bombos y el rasgueo de la guitarra nos llega desde algún rincón. Los que estuvieron todo el día recorriendo la villa, cenan temprano. Los que recién salen seguro se quedan hasta más tarde. El horario es lo de menos: hay opciones para los que quieren comer temprano y también para los trasnochadores. La noche siempre es joven en Tafí. Para los más chicos es el momento ideal de jugar en los videojuegos mientras los grandes se divierten en algún bar o conversan en un restaurante.
A las 23: de todo para elegir
Los más jóvenes empiezan a separarse de sus familias para ir a juntarse con sus amigos en alguna casa, pub o peña. La mayoría de los pubs están abiertos hasta las cuatro o cinco de la mañana y los boliches, hasta las seis. Sin embargo, entre pubs y boliches hay una amplia gama de opciones, en estilos y precios. Hay bares que ponen música, el Club de Veraneante con sus tradicionales fiestas para socios, y algunas nuevas alternativas como El Fondito y el bar Quitapenas.
Bonus track
Sábados por la mañana: el vino tour - El Ente de Turismo ofrece visitas guiadas gratuitas a las bodegas que conforman la Ruta del Vino. El Vino Tour se hace los sábados y parte a las 9.30 de la YPF de Tafí. Es gratuito, pero es necesario inscribirse con uno o dos días de anticipación en la Oficina de Información Turística. El recorrido dura al menos siete horas, se llega hasta Colalao del Valle en combi y si bien en las paradas las bodegas ofrecen algo para picar, se recomienda llevar una viandita liviana.
Precios de las comidas.- En la mayoría de los restaurantes se cobra cubierto. Los precios promedio de una humita o un locro rondan por los $80, una cazuela de cabrito está en $120. Para los vegetarianos hay una buena noticia: la mayoría de los bares incorporó nuevas opciones sin carnes.
A veces, descubrir tafí cuesta unos pesos.- Los guías que te van a hacer descubrir los senderos naturales (Cascada Los Alisos, Loma de la Cruz, cabalgatas a La Mesada o La Ciénaga, entre otros) están en manos de emprendedores privados, como así también los alquileres de caballos y bicicletas. Atentos los aventureros, reservar plata para estas opciones que no siempre se pueden hacer por cuenta propia porque requieren conocimiento del lugar.
A las 11: sin despertador
La mañana arranca puertas adentro en San Pedro. Las familias se relajan y prefieren despertar sin alarmas, tomar mate en sus casas, escuchar la radio de San Pedro para enterarse lo que el día propone y disfrutar de la pileta, que ya se ha ganado un lugar importante en casi todos los alojamientos. Algunos suelen visitar la gruta de Lourdes y comprar bollo de regreso. De todos modos, no faltan los que salen a hacer largas caminatas o a correr bajo el sol.
A las 13: abaratando costos durante la semana
De lunes a jueves, la mayoría prefieren almorzar en sus casas. Se hacen las compras por la zona, que dispone de variadas despensas, y hay que caminar un poquito más para consultar en la carnicera por la oferta del día para tirar a la parrilla. Los jueves, el panorama empieza a cambiar: todos los restaurantes y bares abren, tanto los de comidas exclusivamente regionales como los clásicos que están alrededor de la plaza. Viernes, sábado y domingo, todo explota. Sí no salís con tiempo probablemente pierdas las oportunidad de comer humita, chivito o degustar un vino con empanadas.
A las 16.30: después de comer...
Todos los que pueden buscan una pileta o van a refrescarse a las aguas del río Tacana. Los más chicos salen del agua y comienzan a llenar las mesas de pool, el metegol y el cyber del tradicional “Big Bang” y la música empieza a escucharse hasta la plaza central mientras que los helados son demandados por personas de todas las edades. Los más grandes agarran la bici y salen en grupo hacia Monte Bello o a caballo a Los Álamos. Las caminatas con llamas son una innovadora opción también. Hualinchay, a 18 km de la villa, es un destino muy elegido por las familias para ir en auto y disfrutar de las panorámicas.
A las 20: hora de socializar
Al caer la tarde, los bares que están alrededor de la plaza se llenan de adultos que meriendan o esperan la noche con una cerveza y una picada. Balú es una alternativa, un poco más distante, para los que buscan productos diferentes. También las ferias y los paseos de artesanos se llenan de familias que esperan que baje el sol para salir de compras.
Mientras tanto, el Torreón, punto de encuentro de jóvenes, se llena de chicos que salen a hacer sociales y a buscar entradas para la famosísima discoteca GL, que ya lleva más de 30 años poniéndole música a la noche.
A las 22: imposible aburrirse
Todos salen a comer y los que no, piden delivery, una opción que en los últimos años se ha consolidado. En el centro del pueblo, las opciones gastronómicas son variadas. Los fines de semana, el autocine es una propuesta elegida por niños y adultos que concurren en dos funciones diferentes. Otros eventos específicos tienen fecha programada por las autoridades de la comuna. Si de fiesta hablamos, GL es la opción preferida por los jóvenes