Para disminuir los arrebatos quieren prohibir por ley que circulen dos hombres juntos en una misma moto

INSEGURIDAD. Un hombre es detenido por la Policía luego de haber cometido un arrebato. ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO INSEGURIDAD. Un hombre es detenido por la Policía luego de haber cometido un arrebato. ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

El Gobierno presentará un proyecto de Ley para tratar de bajar la tasa este tipo de robos.

19 Febrero 2017
Las motos se han transformado en un problema para la Policía y la Justicia. Es uno de los botines más codiciados de los últimos tiempos y es el medio de movilidad que más utilizan los arrebatadores para llenar de miedo e inseguridad las distintas ciudades de la provincia.

Los responsables del área de Seguridad de la provincia están elaborando un proyecto para que sea tratado en la Legislatura. Regino Amado, ministro de Gobierno, Seguridad y Justicia, había anticipado que el PE pediría el apoyo político para frenar los ilícitos que se cometen con y por estos rodados. Se trata de normas que, según el criterio del PE, servirán para declararles la guerra al motoarrebato y a los violentos asaltos. Son normas polémicas que, por ejemplo, impedirán circular a dos hombres en un rodado o la prohibición de venta a personas que tengan antecedentes por robo. (Ver “El Plan de 10 medidas”)

“En una situación de emergencia se necesitan medidas extremas”, opinó Paul Hofer, secretario de Seguridad. “También es importante que a esta iniciativa se sumen los empresarios porque necesitamos de su colaboración. Que entiendan que hay que acabar con este tipo de delitos”, agregó el funcionario en una charla con LA GACETA.

“Son medidas necesarias porque es altísimo el índice de utilización de esos medios de movilidad en los diferentes delitos que se cometen en la provincia. Tenía entendido que el año pasado se había impulsado una iniciativa así, pero no sé por qué no prosperó”, explicó el fiscal Diego López Ávila.

Su par, Jorge Carrasco, de Monteros, opinó: “la prohibición de que circulen dos hombres en moto es una medida controvertida y cuestionable sobre su legalidad. Será muy difícil de implementar teniendo en cuenta que muchos trabajadores, para abaratar costos de traslado, viajan juntos”.

Primer caso

Don Luis es jardinero. Recorre las calles de Villa 9 de Julio para cumplir con su tarea. En los últimos seis meses cambió tres veces la moto que utiliza para trasladar sus herramientas. “¿Sabe lo que pasa, patrón? yo la compro por izquierda. Cuando me paran en un control, me la secuestran porque no tengo los papeles. Entonces, junto 2.000 o 3.000 pesos y aviso a un conocido que quiero comprar una moto. Al rato vienen a la casa y me dejan una por esa plata”, le confió a su empleador cuando le consultó por qué cambiaba tanto de medio de transporte.

El panorama es desalentador. Semana a semana se roban más motos y celulares porque hay un mercado que los demanda. “Es un problema muy serio que requiere de una solución. Son necesarias este tipo de medidas, pero tienen que ir acompañadas por otras. La mayoría de las personas, especialmente menores, que cometen este tipo de delitos son adictos. Y cometer estos ilícitos son una manera fácil de conseguir drogas. Venden o entregan el botín para conseguir las sustancias”, agregó la fiscala Adriana Reinoso Cuello.

El fiscal Jorge Echayde, de Monteros, también aceptó la iniciativa, aunque pidió que se avanzara en otros aspectos. “Si bien es cierto que es positiva cualquier medida que se tome para frenar este tipo de ilícito, hay que atender otras cuestiones. Por ejemplo, no está estudiado quiénes son los que están robando, porque podría ser gente que va a otras localidades o barrios donde no los conocen”, recalcó.

Segundo caso

El jueves, en un control de rutina, la Policía detuvo a un hombre que circulaba en una moto sin papeles. Pidieron información del rodado y descubrieron que habría sido utilizado por uno de los autores del homicidio del folclorista Luis Pinilla. El conductor, que no fue aprehendido, reconoció ante las autoridades que al rodado se lo había comprado por $3.000 al cuñado del principal sospechoso del homicidio, que tiene pedido de detención.

“La gente no toma conciencia de lo que compra y a quién le compra. En ese caso, el hombre recuperó la libertad, pero si por ejemplo se hubiera descubierto que es parecido al autor del hecho, podría haber quedado imputado por el crimen. Eso se traduce en permanecer hasta dos años presos con prisión preventiva”, explicó un investigador que prefirió mantener su nombre en reserva.

El fiscal Edgardo Sánchez, de Concepción, aseguró que la Justicia no actúa sólo en los casos de sustracciones sino en la posterior comercialización o entrega de esos rodados a terceros. “Eso constituye el delito de encubrimiento. El año pasado se solicitó la elevación a juicio de muchas causas en contra de personas que fueron sorprendidas con motos robadas, pero siguen comprando. Creo que mientras haya demanda, este delito subsistirá”, destacó en una charla con LA GACETA.

“Estas son herramientas que se pueden utilizar, pero serán fundamentales los controles de la Policía”, destacó López Ávila. “No sólo hay que dictar las normas, sino obligar a que se las cumpla”, opinó Reinoso Cuello. Sánchez, por su parte, agregó: “lo que debe procurarse es que los controles sean más efectivos “.

Hofer insistió que con estas medidas buscan que los controles sean muchos más efectivos. “Una persona que no lleve el chaleco o dos hombres que lo hagan en una misma moto, estarán circulando fuera de la ley y, al ser sospechosos, serán detenidos para su identificación”, concluyó.

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