Con la muerte de Aragón, son tres los policías asesinados por "motochorros" en cuatro meses
A sangre fría. En los últimos cuatro meses, tres policías tucumanos fueron asesinados por "motochorros". La última víctima fue el agente David Aragón, quien fue baleado anoche luego de ser interceptado por cuatro jóvenes que intentaron sacarle la moto, en Jujuy y Magallanes. El uniformado tenía 36 años, cinco hijos y estaba en la fuerza desde hace seis, siempre en la División patrulleros del 911.
Aragón, según fuentes judiciales, recibió un disparo en la nuca que le produjo pérdida de masa encefálica. Fue trasladado de urgencia al Hospital Padilla, donde finalmente murió hoy tras pelear por su vida. Hasta ahora, según dijeron desde la fuerza, no hay detenidos pero la División de Homicidios de la Policía de Tucumán ya tiene un sospechoso en la mira.
Hace exactamente dos meses, el policía federal Lucas Daniel Abregú fue asesinado por "motochorros". Ocurrió en la madrugada de Año Nuevo. El agente circulaba a bordo de un VW Gol Trend con su novia, también policía federal, por calle San Martín al 4.000, en Concepción. Alrededor de las 6.30, la pareja habría mantenido una discusión por lo que la mujer decidió descender del vehículo e ir hasta su casa a pie. En ese momento, fue abordada por dos hombres a bordo de una motocicleta que intentaron asaltarla. El policía aceleró su auto y embistió la moto con los delincuentes. Cuando descendió para auxiliar a la joven, uno de los sospechosos le disparó en el pecho y le quitó la vida en el acto.
Por último, en noviembre de 2016, el agente Leandro Matías Meyer, 26 años, fue asesinado por "Motochorros" en Villa Mariano Moreno. El joven era oficial de la Guardia Urbana. El martes 15 de noviembre visitó a su hermano en el barrio Galicia, en Villa Mariano Moreno, junto a su esposa y a su beba. Por la noche, salió en su moto a comprar sándwiches con un amigo. De ahí regresaban, a bordo de la Honda Twister de Leandro, cuando fueron abordados por tres delincuentes en moto mientras avanzaban por la calle 37, entre 6 y 8. Los ladrones abrieron fuego contra el policía, que respondió con su arma. Meyer falleció en el hospital y uno de los delincuentes en El Colmenar, en la puerta de la casa de su novia.
Esta ola de asesinatos y robos de motos se produce en medio de la polémica que generó el Gobierno al anunciar que pretendía que la Legislatura tomara una serie de medidas para contrarrestar los delitos que se cometen con ese vehículo.