03 Marzo 2017
PRUEBAS. Peritos encontraron elementos que sirvieron en la pesquisa. la gaceta / foto de antonio ferroni
Con el correr de las horas, la División Homicidios va limpiando el camino que creen los llevará a la detención del sospechoso del crimen de la Policía. Hasta el momento tendrían aclaradas dos cosas: el homicida integra una banda de “motochorros” que generaba terror en diferentes barrios del sur. Y que el que efectuó el disparo no sería menor de edad, como se pensó en un primer momento.
El miércoles por la noche, el agente David Aragón, dejó a una amiga en Jujuy y Magallanes. Dos jóvenes que se desplazaban en una moto intentaron robarle el celular. Él se identificó como uniformado y fue tras los pasos de los asaltantes.
El policía, de 36 años y padre de cinco hijos, no se percató que detrás suyo había otros tres asaltantes en dos rodados. Lo alcanzaron y uno de ellos le disparó de atrás, herida que le provocó la muerte.
Personal de Homicidios, al mando de los comisarios Diego Bernachi, Daniel Cuellar y Hugo Cabezas, dirigidos por la fiscala Adriana Reinoso Cuello, comenzaron a indagar sobre quiénes serían los autores del crimen. En base a los testimonios recogidos, estarían tras los pasos de una banda de “motochorros”, es decir, personas que con motos se dedican al arrebato de carteras, al robo de celulares y de rodados. Su campo de acción, siempre de acuerdo a la versión aportada por los investigadores sería Villa Amalia y barrios cercanos. Tendrían antecedentes de haber cometidos violentos asaltos, pero nunca un crimen.
Mientras los hombres de Homicidios trataban de encontrar al autor del crimen, una mujer se presentó en la Unidad Regional Capital para realizar una insólita denuncia. Dijo que es madre de uno de los jóvenes que es acusado del homicidio del policía. Palabras más, palabras menos, reconoció que tiene antecedentes, pero que en esta oportunidad no tuvo nada que ver.
En las últimas horas, por las redes sociales, se difundieron los nombres y los rostros de al menos cuatro jóvenes. Esa información, habría sido difundido por los compañeros de la víctima, según la denunciante, está poniendo en riesgo la seguridad de su hijo, ya que está siendo persiguiendo por personal del Servicio 911.
El miércoles por la noche, el agente David Aragón, dejó a una amiga en Jujuy y Magallanes. Dos jóvenes que se desplazaban en una moto intentaron robarle el celular. Él se identificó como uniformado y fue tras los pasos de los asaltantes.
El policía, de 36 años y padre de cinco hijos, no se percató que detrás suyo había otros tres asaltantes en dos rodados. Lo alcanzaron y uno de ellos le disparó de atrás, herida que le provocó la muerte.
Personal de Homicidios, al mando de los comisarios Diego Bernachi, Daniel Cuellar y Hugo Cabezas, dirigidos por la fiscala Adriana Reinoso Cuello, comenzaron a indagar sobre quiénes serían los autores del crimen. En base a los testimonios recogidos, estarían tras los pasos de una banda de “motochorros”, es decir, personas que con motos se dedican al arrebato de carteras, al robo de celulares y de rodados. Su campo de acción, siempre de acuerdo a la versión aportada por los investigadores sería Villa Amalia y barrios cercanos. Tendrían antecedentes de haber cometidos violentos asaltos, pero nunca un crimen.
Mientras los hombres de Homicidios trataban de encontrar al autor del crimen, una mujer se presentó en la Unidad Regional Capital para realizar una insólita denuncia. Dijo que es madre de uno de los jóvenes que es acusado del homicidio del policía. Palabras más, palabras menos, reconoció que tiene antecedentes, pero que en esta oportunidad no tuvo nada que ver.
En las últimas horas, por las redes sociales, se difundieron los nombres y los rostros de al menos cuatro jóvenes. Esa información, habría sido difundido por los compañeros de la víctima, según la denunciante, está poniendo en riesgo la seguridad de su hijo, ya que está siendo persiguiendo por personal del Servicio 911.