16 Marzo 2017
RECHAZO. Distintos sectores se manifestaron ayer en varias ciudades brasileñas para resistir el proyecto de modificación del régimen de asistencia social. reuters
BRASILIA, SAN PABLO Y RÍO DE JANEIRO.- El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó que la reforma jubilatoria que impulsa su gobierno fue concebida para evitar un “colapso” del sistema previsional y que la iniciativa no quitará derechos a los brasileños sino que busca evitar recortes presupuestarios mayores en el futuro, como ocurrió en Grecia, España y Portugal. Lo hizo en respuesta al paro y la movilización que los movimientos sociales y sindicales organizaron ayer en todo el país, con huelgas en servicios básicos como educación, salud y transportes en las principales ciudades.
“Presentamos un camino para salvar el sistema jubilatorio del colapso, para salvar los beneficios de los actuales jubilados y de los jóvenes que se jubilarán mañana; no habrá quita de derechos de nadie”, dijo Temer en un acto en el palacio presidencial del Planalto, en Brasilia.
Entre las medidas que defiende el gobierno y que encuentran resistencia entre sus aliados en el Congreso está la equiparación de 65 años entre hombres y mujeres (ahora es 65 y 60, respectivamente) como edad jubilatoria y una contribución de 49 años para poder obtener la jubilación total.
“O hacemos una reformulación ahora y el Congreso podrá hacer modificaciones, pero no podemos hacer algo modestísimo para que en cuatro o cinco años tengamos que hacer cortes mayores como hubo en varios países europeos”, dijo. Así, Temer repitió la frase que dio la semana pasada a la revista británica The Economist, al abordar su falta de popularidad.
“Las medidas populistas comienzan llenas de aplausos pero luego son un desastre; las medidas impopulares no tienen aplausos inmediatos pero sí un reconocimiento posterior”, dijo.
Caos en la metrópolis
Las protestas de ayer fueron multitudinarias en las principales ciudades. La metrópoli financiera San Pablo fue una de las más afectadas por los paros nacionales.
Los trenes y autobuses del transporte público paulista dejaron de circular y causaron caos también por el aumento de autos en las calles. A las protestas se sumaron muchos maestros, entre otros gremios. Según el portal “Globo”, las protestas se extendieron a unas 20 ciudades, entre ellas la capital, Brasilia. (Télam-DPA)
“Presentamos un camino para salvar el sistema jubilatorio del colapso, para salvar los beneficios de los actuales jubilados y de los jóvenes que se jubilarán mañana; no habrá quita de derechos de nadie”, dijo Temer en un acto en el palacio presidencial del Planalto, en Brasilia.
Entre las medidas que defiende el gobierno y que encuentran resistencia entre sus aliados en el Congreso está la equiparación de 65 años entre hombres y mujeres (ahora es 65 y 60, respectivamente) como edad jubilatoria y una contribución de 49 años para poder obtener la jubilación total.
“O hacemos una reformulación ahora y el Congreso podrá hacer modificaciones, pero no podemos hacer algo modestísimo para que en cuatro o cinco años tengamos que hacer cortes mayores como hubo en varios países europeos”, dijo. Así, Temer repitió la frase que dio la semana pasada a la revista británica The Economist, al abordar su falta de popularidad.
“Las medidas populistas comienzan llenas de aplausos pero luego son un desastre; las medidas impopulares no tienen aplausos inmediatos pero sí un reconocimiento posterior”, dijo.
Caos en la metrópolis
Las protestas de ayer fueron multitudinarias en las principales ciudades. La metrópoli financiera San Pablo fue una de las más afectadas por los paros nacionales.
Los trenes y autobuses del transporte público paulista dejaron de circular y causaron caos también por el aumento de autos en las calles. A las protestas se sumaron muchos maestros, entre otros gremios. Según el portal “Globo”, las protestas se extendieron a unas 20 ciudades, entre ellas la capital, Brasilia. (Télam-DPA)
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