29 Marzo 2017
LONDRES.- La primera ministra británica, Theresa May, invocará hoy el artículo 50 del Tratado de Lisboa para activar el “Brexit” y dar la señal de inicio a dos años de complejas y tensas negociaciones con sus socios de la Unión Europea (UE), que podrían terminar con un acuerdo que redefina las relaciones entre Reino Unido y el bloque o sin consenso alguno, lo que generará traumas financieros, legales y migratorios, especialmente a Londres. (La palabra “Brexit” es el acrónimo de las palabras inglesas Britain y exit, “Gran Bretaña” y “salida”),
Entretanto, también hoy los presidentes de los grupos políticos de la Eurocámara debatirán la posición del Parlamento Europeo en las negociaciones sobre la salida.
El legislador conservador David Davis; el ex secretario de Defensa, Liam Fox; y el actual canciller, Boris Johnson, serán los tres elegidos por May para encabezar el equipo negociador británico -los tres “brexiteers”, como ya los bautizó la prensa local- y en una primera etapa tendrán enfrente al designado de la UE, Michel Barnier. Las negociaciones comenzarían en mayo.
El artículo 50 estipula que el proceso de salida de un miembro de la UE tarde dos años; es decir, el “Brexit” debe concretarse para finales de marzo de 2019. Si las negociaciones avanzan y hay expectativas de un acuerdo, los 27 países miembro podrían acordar una prórroga.
Sin embargo, si el diálogo llega truncado y estancado, el Reino Unido podría dejar el bloque sin acuerdo y convertirse en un vecino sin beneficios o trato especial.
En el mejor de los escenarios, los tres “brexiteers” y Barnier deben entregar un borrador del acuerdo al Consejo de Europeo -la cumbre de jefes de Estado y gobierno de la UE-.
Al menos 20 de los 27 países miembros y un 65% de la población del bloque deben aprobarlo para que continúe avanzando y llegue al Parlamento Europeo, que debe ratificarlo o rechazarlo.
Londres y Bruselas deben deshacer 43 años de acuerdos y tratados -un proceso inédito para un país miembro de la UE- y luego el resultado de las negociaciones deben atravesar no sólo las principales instancias de decisión del bloque, sino de cada estado miembro.
Algunos países lo votarán en sus Parlamentos, otros lo someterán a referéndum, lo que agrega un período para la campaña electoral. (Télam)
Entretanto, también hoy los presidentes de los grupos políticos de la Eurocámara debatirán la posición del Parlamento Europeo en las negociaciones sobre la salida.
El legislador conservador David Davis; el ex secretario de Defensa, Liam Fox; y el actual canciller, Boris Johnson, serán los tres elegidos por May para encabezar el equipo negociador británico -los tres “brexiteers”, como ya los bautizó la prensa local- y en una primera etapa tendrán enfrente al designado de la UE, Michel Barnier. Las negociaciones comenzarían en mayo.
El artículo 50 estipula que el proceso de salida de un miembro de la UE tarde dos años; es decir, el “Brexit” debe concretarse para finales de marzo de 2019. Si las negociaciones avanzan y hay expectativas de un acuerdo, los 27 países miembro podrían acordar una prórroga.
Sin embargo, si el diálogo llega truncado y estancado, el Reino Unido podría dejar el bloque sin acuerdo y convertirse en un vecino sin beneficios o trato especial.
En el mejor de los escenarios, los tres “brexiteers” y Barnier deben entregar un borrador del acuerdo al Consejo de Europeo -la cumbre de jefes de Estado y gobierno de la UE-.
Al menos 20 de los 27 países miembros y un 65% de la población del bloque deben aprobarlo para que continúe avanzando y llegue al Parlamento Europeo, que debe ratificarlo o rechazarlo.
Londres y Bruselas deben deshacer 43 años de acuerdos y tratados -un proceso inédito para un país miembro de la UE- y luego el resultado de las negociaciones deben atravesar no sólo las principales instancias de decisión del bloque, sino de cada estado miembro.
Algunos países lo votarán en sus Parlamentos, otros lo someterán a referéndum, lo que agrega un período para la campaña electoral. (Télam)
Temas
Gran Bretaña