Rotan la soja con un 30% de maíz, y apuntan llegar al 45%

Blasco busca un manejo conservacionista, y darle sustentabilidad al negocio.

27 Mayo 2017

Mientras la cosecha de soja avanza en los campos de Tucumán, los productores ya están delineando sus estrategias productivas con lo que vendrá: sembrar granos de invierno, hacer pasturas, fertilizar o desarrollar otro plan de trabajo.

LA GACETA Rural dialogó con el ingeniero agrónomo Gonzalo Blasco, productor de granos, quien desgranó en qué consisten sus planes agrícolas.

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- Está en pleno desarrollo la cosecha de soja. ¿Tiene decidido qué hará después en el campo?

- Sí, estamos en pleno proceso de levantar la soja.

Y en cuanto a qué haremos para la próxima campaña de invierno, nosotros ya sembramos una parte del campo con trigo, en los lotes que cuentan con el mejor nivel de humedad que disponemos allí.

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Tenemos plazo hasta el 10 de junio para sembrar los lotes restantes.

- ¿Por qué hace trigo?

- Primero, para generarle cobertura al suelo. Y segundo, como ahora tenemos más humedad en el suelo, y como esperamos algunas buenas lluvias, en primavera, confiamos en que podremos cosechar ese trigo con sentido comercial.

En los campos donde no podamos hacer trigo por falta de humedad o porque estemos en una fecha tardía por retraso en la cosecha de soja, entonces realizaremos un barbecho químico a partir de junio venidero. En este caso, llegaremos con los campos limpios para iniciar, entre noviembre y diciembre, la campaña gruesa de granos 2017-2018.

- ¿La rotación de cultivos es necesaria?

- Sí, por supuesto. Nosotros rotamos un 30% del campo con maíz, como mínimo, todos los años. Y para la campaña que viene (2018) nuestro nivel de rotación con maíz será del 45%.

Realizamos esta rotación para hacer un manejo más conservacionista del campo, y para darle más sustentabilidad en el tiempo al negocio agropecuario.

- ¿Hará algo de fertilización?

- Sí, por supuesto, es necesario fertilizar los campos.

A los suelos de Tucumán hay que aportarles fósforo, a través de fertilizantes fosfatados. Y en el caso de las gramíneas (trigo y maíz), utilizamos fertilizantes nitrogenados.

Es necesario fertilizar. Y a partir de este procedimiento, se obtiene una buena respuesta de rendimientos en el caso de los campos con déficit de fertilidad.

- Las malezas resistentes son un dolor de cabeza. ¿Proyecta alguna estrategia especial?

- Este año, en la zona productiva donde estoy trabajando, tuvimos presión del “complejo de gramíneas” con resistencia al glifosato, y un ataque muy fuerte del “ataco resistente”.

Para controlar esas malezas es que realizamos un alto nivel de rotación con maíz, y como refuerzo se pueden aplicar algunos principios activos para controlar esos “atacos”, que son el “ataco resistente” y el Amaranthus palmeri.

- ¿El “picudo negro” siempre está presente? ¿No los abandona?

- En esta campaña, como viene sucediendo desde hace algunos años, el “picudo” estuvo presente, pero con una menor presión gracias a la rotación con maíz.

Y ese menor presión también fue por efecto del control químico y del monitoreo estricto que llevamos a cabo, que ayudan a tener un buen control.

- ¿El sorgo es una alternativa para encarar con vistas a la próxima campaña de verano?

- Desarrollar un campo con sorgo tiene un problema: las palomas.

Son animales que comen mucho sorgo, y por ello hacen mucho daño.

Existen casos donde prácticamente las palomas se comieron hasta el 80% de la panoja, donde el ave voltea los granos de sorgo.

Además, todos los años no se percibe con claridad la etapa de comercialización del sorgo, porque no se manejan los precios a futuro.

No hay dudas de que el sorgo es bueno como cobertura para rotar sin hacer leguminosas, pero hay que luchar duramente contra las palomas y con la cuestión comercial del grano.

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