MILITANTES
Distintos grupos políticos dieron su apoyo a Manzur
Varios concejales y legisladores de la capital llevaron militantes para apoyar al gobernador, Juan Manzur, en los actos en la Plaza Independencia. No usaban pecheras, como durante el alperovichismo, a excepción de cinco dirigentes con pecheras amarillas con la leyenda “Lalo Cobos”, por el legislador peronista Eduardo Cobos. Un grupo nutrido se ubicó cerca de la esquina de San Martín y 25 de Mayo. “Trabajo políticamente para (el legislador Ramón Santiago) ‘Cacho’ Cano y su esposa (la concejal) Graciela Suárez. La verdad que la situación económica está peor que el año pasado. Ojalá que pronto mejore y haya más trabajo. Queremos trabajar”, afirmó Héctor Rojas, que trabaja como chofer en una cooperativa. Manzur se acercó antes del izamiento para sacarse fotos. Siempre sonriente, repartió chocolate con tortillas. Un grupo de militantes de la Juventud Peronista también dijo presente, la mayoría con banderas de argentina atadas al cuello. “Venimos para acompañar a Manzur y (al vice Osvaldo) Jaldo”, explicó un milintante.
NIÑOS
Abanderados de escuelas y jugando por la plaza
Abigail Ibáñez Cárdenas toma un sorbo de chocolate caliente y, como un reflejo, suelta el aliento para ver el “humito”. Hace frío en la plaza Independencia. La nena es la abanderada de la escuela Bernardo de Irigoyen, y está tranquila. Ya le tocó participar en el acto del 20 de Junio. La escolta, Lourdes Molina, sonríe tímida: “estar acá es... es como algo lindo”. “Vamos”, dicen desde la organización. El ministro de Educación, Juan Pablo Litchmajer, le sonríe al malón de niños entusiasmados y se saca una foto con las primeras filas. Participan los estudiantes de 20 escuelas. Todos felices de formar parte de la fiesta. Algunas familias quedaron entre el vallado y el escenario, y se acercan a las dos carpas blancas donde sirven chocolate caliente. Cadetes del Instituto de Enseñanza de Policía sirven la bebida con tortillas. Daniel y Luciana se escabullen entre la multitud. Venden escarapelas y alfajores. Se ríen a carcajadas. “Yo voy a ser abanderado algún día”, afirma el niño de cinco años, y se pierde. Él también quiere ser parte.
TURISTAS
Las vacaciones de invierno fueron la excusa para un viaje
Aunque en una cuota menor que en los festejos por el Bicentenario de la Independencia, los turistas también formaron parte de las celebraciones por el 201° aniversario de la Independencia. “Soy de Esquel, Chubut, pero vivo en La Plata. Soy guardavidas y empecé a estudiar Biología. Tenía una cuenta pendiente con un viaje, empecé en Córdoba, y la idea es conocer Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y volver por Brasil”, explicó Pablo Yáñez (25 años), con la mochila al hombro. No planeó visitar Tucumán el 9 de Julio. “La verdad es que no me fijé el calendario. Cuando les cuente a mis amigos, les voy a decir que estuve en la Plaza Independencia un 9 de Julio”, afirmó. A dos cuadras de ahí, Elba y su nieta Agustina esperaban sentados en los bancos de la cuadra de la Casa Histórica. “Me hace acordar a la plaza San Martín de Rosario”, dijeron las santafesinas.
Padres llevaron a sus hijos para que la plaza sea costumbre
Marta Lizondo levanta la vista desde el centro de la Plaza Independencia. Su hija Lourdes es una de las escoltas de la escuela Obispo Molina. “Soy maestra comunitaria de un CAI. Mi hija tenía una expectativa diferente por el acto de hoy. Se siente parte. Se involucra. Cuando uno se hace grande entiende la historia. Me acuerdo de los actos en los que estuve cuando era chica en Banda del Río Salí”, explica la mujer antes de que la Fanfarria del Alto Perú de los Granaderos comience a tocar el himno. Justo frente al escenario, con las manos apoyadas en las vallas, Blanca Pérez se emociona. “Creo que tenía 10 años la primera vez que vine a la plaza para un acto del 9 de Julio. Ya quedó borroso el recuerdo, pero lo tengo presente como algo muy nuestro. Lamento que no venga el Presidente”, afirma la abuela. En el otro extremo, esperando que pasen las autoridades hasta la Catedral para el Tedeum, José Juárez y María Rosa alzaban a sus hijos, Lucía Denise y Matías. “Somos de Leales. Siempre venía solo. Esta es la primera vez todos juntos”, explica el hombre.
No se dieron el gusto de conocer la Casa Histórica.- Unos 200 cadetes de Gendarmería Nacional fueron afectados ayer para el operativo de seguridad. Llegaron a las tres de la madrugada desde el destacamento de Santiago del Estero y se apostaron en las inmediaciones de la plaza Independencia y de la Casa Histórica. La charla entre dos de ellos, sobre el vallado de calle 9 de Julio al 100 y de espaldas al solar patrio, sorprendió a un grupo de turistas. Un joven gendarme formoseño le preguntó a su par si esa era la Casa Histórica, a lo cual el otro cadete le respondió que tampoco parecía ser la que veían desde chicos en imágenes. Uno de los turistas, de entrometido, intercedió en la conversación: “este es el fondo de la Casa, la entrada que ustedes conocen está del otro lado de la calle”. La charla se cortó porque, justo en ese momento, salió la vicepresidenta Gabriela Michetti y una decena de personas comenzó a aplaudirla y a cantarle “sí se puede”.
“Decime Gabi”.- El trayecto desde la Casa de Gobierno hacia la Catedral, para presenciar el Tedeum, fue calmo. La vicepresidenta fue escoltada por el gobernador y el vicegobernador (en licencia), Osvaldo Jaldo, por el lado derecho; unos pasos más atrás las esposas de ambos mandatarios. Por el flanco izquierdo avanzaba el intendente de capital, Germán Alfaro, quien caminó de la mano de su esposa Beatriz Ávila, precandidata a diputada por Cambiemos. Una niña se acercó hasta Michetti para darle un beso. “Decime Gabi”, le respondió la vicepresidenta cuando la niña la saludó. Cuando llegaron a la entrada de la Catedral, el párroco, Marcelo Barrionuevo, salió a saludarlos.
Un menú variado, pero no criollo.- El lunch para las autoridades en la Casa Histórica incluyó un menú variado. Sobre las mesas hubo quesos y aceitunas, empanadas fritas de carne y de pollo, brochetes de carne, bruschettas con jamón crudo, y canapés y tarteletas. Todo, regado con vino tinto y gaseosas.
Al ritmo de “despacito”.- Poco antes de las 9 llegó a la plaza Independencia el gobernador, Juan Manzur. Sobre calle 25 de Mayo ya lo esperaban funcionarios y dirigentes. El mandatario comenzó a caminar entre ellos para saludarlos a pasos apresurados, y en un momento “trastabilló” entre la muchedumbre. Las risas del ex vicegobernador Sisto Terán sobresalieron y hubo un silencio repentino que permitió, a todos, escuchar el consejo del actual titular de la Unidad Ejecutora Provincial a Manzur: “despacito, como la canción”.
La “otra independencia”.- Ayer, legisladores peronistas que participaron de los actos oficiales refrescaron la memoria de algunos funcionarios: este 9 de Julio se cumplieron 70 años de la declaración de la Independencia Económica, que como la de 1816, fue celebrada en San Miguel de Tucumán. En 1947, por decisión del presidente, Juan Domingo Perón, se pretendió con ese acto “romper los vínculos dominadores del capitalismo foráneo enclavado en el país”. Se enmarcó el documento dentro del denominado “Primer Plan Quinquenal”, que incluyó la nacionalización del Banco Central, la toma de créditos para la industria argentina, la nacionalización de los ferrocarriles (por entonces de propiedad británica).
“¿Cómo va la campaña’”.- En la Casa Histórica, la vicepresidenta fue ubicada en la mesa en la que se encontraban referentes locales de Cambiemos. En una charla distendida, preguntó cómo iba la campaña; se soprendió por la juventud del legislador José María Canelada, y recordó anécdotas de cuando era compañera de Silvia Elías en el Senado. Entre los pocos oficialistas provinciales que se acercaron durante el ágape estuvieron el ministro de Desarrollo, Juan Luis Fernández, y el vicegobernador Osvaldo Jaldo.