PARÍS.- Francia celebró su fiesta nacional en París, con el presidente estadounidense, Donald Trump, como invitado de honor, en un día en el que se recordó también el primer aniversario del atentado terrorista de Niza. El presidente francés, Emmanuel Macron, acudió ayer en un coche militar descapotado a los Campos Elíseos, donde se realizó el tradicional desfile militar en el que participaron más de 3.700 soldados de infantería, 200 vehículos y 63 aviones franceses. En el palco, lo esperaban Trump y su esposa Melania, que habían sido recibidos antes por la esposa de Macron, Brigitte, y el primer ministro Edouard Philippe.
“La presencia, a mi lado, del presidente Donald Trump y de su esposa es muestra de la amistad que une a las dos partes”, dijo Macron en su discurso.
“La relación con Francia es más fuerte que nunca”, respondió por su parte Trump, comentando por Twitter una foto sacada durante una cena, en el ámbito de la visita oficial.
Las partes centraron el diálogo en aquellos temas en los que era posible llegar a acuerdos: la lucha contra el terrorismo y contra la competencia desleal en el mercado mundial. Las diferencias en torno al Acuerdo de París sobre cambio climático quedaron en segundo plano para no entorpecer el diálogo.
“Necesitamos a los Estados Unidos de América”, dijo el líder francés en una entrevista publicada el jueves por el periódico Ouest-France. “Y tenemos puntos en común esenciales: la lucha contra el terrorismo y la protección de nuestros intereses vitales”.
Manos tendidas
La visita de Trump, que llegó el jueves al país para reunirse con Macron, coincidió también con el centenario de la entrada de Estados Unidos en apoyo de Francia en la Primera Guerra Mundial. El Ejército estadounidense participó en el desfile, con algunos uniformados con el traje típico de aquellos tiempos.
Al término de la actividad, Trump y Melania se despidieron cálidamente de Macron y Brigitte. Los mandatarios se estrecharon las manos durante varios minutos, al igual que Melania y Brigitte que mantuvieron las manos enlazadas durante un largo rato. Después, Trump saludó con la mano a los dignatarios franceses que habían seguido desde sus palcos el desfile y que lo aplaudieron antes de que se subiera a su limusina blindada.
El convoy de Trump se dirigió directamente al aeropuerto de Orly para volver a Estados Unidos, según informó la emisora francesa BFMTV.
La ceremonia patriótica se celebró con estrictas medidas de seguridad, dado que en el país rige el estado de excepción decretado tras una serie de atentados terroristas.
Justamente y en coincidencia con la fiesta nacional francesa (La toma de La Bastilla en 1789), el año pasado un atacante atropelló con su camión a los asistentes a los festejos en Niza y mató a 86 personas. Por ello, tras el desfile de París, Macron se desplazó hacia Niza para participar en una emotiva ceremonia de conmemoración de la tragedia. (DPA)